Preocupa que el Hospital quedará sin salas para operaciones para atender emergencias; fallecimiento de una embarazada sumó alarma

En menos de diez días el hospital Escuela del Litoral quedará sin block quirúrgico, debido a que sus salas entrarán en etapa de remodelación, lo que genera una gran preocupación en médicos que integran el gremio sanducero, ya que las obras se extenderían por varios meses.
Consultados por EL TELEGRAFO, fuentes de la Asociación Médica han manifestado que trabajar en la Emergencia sin salas de operaciones disponibles –como ocurrirá a partir del 1º de febrero– puede condicionar demoras en pacientes graves que necesitan un abordaje quirúrgico. Hasta hay un planteo –presentado a la dirección del Hospital– para que los pacientes accidentados graves que necesiten tomografía, consultas con neurocirujanos o cirugías de emergencia, sean trasladados directamente a Comepa, donde se prestarán los servicios, a efectos de evitar demoras. Para que esto funcione, ASSE organizaría un sistema de traslados –posiblemente mediante algún tipo de contratación– ya que las empresas coronarias locales no trabajan con ASSE y por lo tanto el Hospital debe coordinar con ambulancias con equipamiento adecuado fuera del departamento, sumando horas para un traslado de apenas unas cuadras.

INVESTIGAN FALLECIMIENTO

El fallecimiento de un bebé que estaba a un mes de nacer y el de su gestante, de 32 años, será motivo de investigación por Salud Pública, de acuerdo al protocolo que rige ante este tipo de casos. Si bien la familia de los fallecidos no duda sobre el accionar médico, el hecho tomó estado público en las últimas horas aunque con información errónea, como suele darse en el mundo virtual. El propio esposo de la fallecida se mostró sorprendido y dijo que se enteró de la versión disparatada por un WhatsApp que le llegó, sin respetar el dolor que están viviendo.
Desde el Hospital Escuela del Litoral, en tanto, se confirmó a EL TELEGRAFO que se realizó un informe sobre los hechos que derivaron en la muerte del bebé y de su madre, Andreína García Migueles. La mujer, madre de otros cuatro pequeños, estaba radicada desde hacía unos años en Piedras Coloradas, lugar donde aún no salen del asombro y la tristeza por lo ocurrido.
De acuerdo a información recogida por EL TELEGRAFO, Andreína ingresó próximo a las 6 del martes al servicio de urgencias del hospital ya que sentía dolores en el abdomen alto y vómitos. Cursaba 34 semanas de embarazo. Aguardó ser atendida –ya que su caso no parecía grave–, y se le tomó la presión así como los signos vitales del bebé, que estaban correctos. Una vez vista se le realizó una ecografía abdominal donde se vio que presentaba problemas en el abdomen alto, por lo que se dio intervención a los cirujanos.
Poco tiempo después comenzó a desvanecerse y cerca del mediodía fue intubada. Inmediatamente se presumió que se estaba produciendo el desprendimiento de la placenta, situación de extrema gravedad, por lo que se decidió intervenirla de urgencia. Como no había anestesista de guardia en el Hospital, la operación debía hacerse en Comepa, pero dado el cuadro que presentaba era imposible su traslado, por lo que el jefe del área concurrió al llamado de la directora del HEL, Angela Almeida, a cumplir con la tarea.
Estando en cirugía fue extraído el bebé y se detectó que tenía coágulos y sangrado interno, que luego dieron paso a una coagulación intravascular diseminada (CID), que consiste en la generación excesiva y anormal de trombina y fibrina en la sangre circulante, que le causaron la muerte tras casi tres horas internada en CTI.