“Ya no se discute sobre la importancia que tienen los árboles en la producción ganadera” dijo a EL TELEGRAFO el técnico agropecuario Ignacio Sarli, explicando que “hay evidencia científica de los beneficios de la sombra y basta con observar la conducta de los animales para darnos cuenta que la producción jamás debió haber dejado de lado los árboles”.
Recordó que en la región “teníamos los Montes de parque”, cuyas especies –algarrobos (Prosopisspp) y espinillos (Acacia caven)– presentaban “una media sombra que, al dejar pasar luz, las pasturas naturales se desarrollaban perfectamente, además de la fijación de nitrógeno de dichos árboles”. Detalló que con el avance de la agricultura y las pasturas artificiales, estos montes han desaparecido y los potreros en las chacras no solo no tienen árboles dentro, sino tampoco en los perímetros.
“Esto ha llevado a una falta de sombra en muchos de los establecimientos, principalmente de alta producción, solucionándolo con sombras artificiales, pero si tenemos paciencia hay alternativas para los diferentes casos, especies que se adaptan a altas concentraciones de estiércol, especies de crecimiento rápido y excelente sombra”, aclaró el profesional.
“La especie de crecimiento rápido, de excelente sombra, es la Anacahuita (Schinus molle), que junto con el Angíco (Parapiptadenia rigida) toleran las altas concentraciones de nutrientes que pueden generar los corrales de ganado”, explicó, agregando que “los montes artificiales son más efectivos, ya que además de disminuir la incidencia del sol, producen una disminución de la temperatura, por el efecto de la evaporación desde las hojas”.
El técnico de la Unidad Ganadera de Unicampo comentó asimismo que se pueden elegir especies exóticas para conformar montes de sombra. “Hay una gran lista de especies para este fin, lo que no tenemos que plantar son especies exóticas invasoras, ya que después comienzan a invadir otras zonas del establecimiento, generando inconvenientes en la producción y en los ecosistemas”.
