La Justicia resolvió encarcelar por un año al principal responsable de los hurtos cometidos en perjuicio del Liceo 5, quedando pendiente esclarecer si en los hechos participó alguna otra persona. La institución, ubicada en Silván Fernández entre 18 de Julio y Florida, registró 11 robos en 39 días, que le significaron –además de la sensación de inseguridad– pérdidas económicas que superan los 200.000 pesos.
Como se informara, el equipo de dirección del liceo dio a conocer la preocupación ante la ola de hurtos, donde además de la falta de elementos hubo rotura de otros que deberán ser reacondicionados para volver a utilizarlos. Dentro de la institución, además, reinaba el caos debido al desorden que quedaba cada vez que los delincuentes ingresaban.
De acuerdo a lo informado por autoridades del liceo fueron hurtados 17 ventiladores; 2 televisores smart de 32”, 1 amplificador grande; 1 consola de 8 canales; 1 caja parlante pasiva con Woofer de 12”; 3 micrófonos Shure con cables y pies; 1 auricular de DJ con micrófono; 2 equipos de música grandes; 3 reproductores de música; 1 proyector; 1 laptop Toshiba con datos importantes; 3 guitarras españolas; 5 alargues de 30 metros con zapatillas; 5 termómetros digitales; 1 desmalezadora, 1 hidrolavadora y varias herramientas de mano; 1 garrafa de 13 kilos; 1 garrafa de 3 kilos; 40 juegos de cubiertos, útiles de oficina (sobres, bolígrafos, resaltadores, cinteros); 10 paquetes de hojas A4; termos y mates; 2 jarras eléctricas; caños de cobre de los equipos de aire acondicionado y equipamiento para bebés de la Sala de Lactancia. Asimismo robaron útiles esenciales en el inicio de clase para estudiantes de contexto crítico, a quienes se les provee de ellos: 516 lápices; 200 sacapuntas; 21 compases; 135 gomas; 24 Cascola (marca comercial); 500 hojas de garbanzo blancas; 5 paquetes de goma eva; 248 cuadernos de 36 hojas; 70 cuadernos de 48 hojas; 95 cuadernolas; 34 cajas de lápices de colores; 50 cartulinas; y 7 juegos de geometría.
Policía Científica efectuó el relevamiento de pruebas que permitieron identificar al menos a un hombre con antecedentes penales. Así fue detenido Ernesto Daniel Sosa Olivera, de 23 años, quien vivía en las cercanías de la institución.
Una vez en la órbita penal, se dispuso la formalización de la investigación para Sosa, imputado y condenado por reiterados delitos de hurto especialmente agravados en reiteración real, con un delito de hurto; imponiéndole la pena de 12 meses de prisión efectiva.