Paysandú sacó un valioso punto en el Dickinson

Paysandú sacó un empate que puede ser beneficioso para la revancha.

En un partido en el que terminó con dos jugadores menos, Paysandú empató 1-1 con Salto ayer en el Estadio Dickinson por la ida de las semifinales del Regional Norte Litoral de la Copa Nacional de Selecciones de OFI. La Blanca arrancó arriba en el marcador, se lo empataron, y ante las circunstancias de las expulsiones el punto terminó siendo muy bueno. Todo se decidirá el fin de semana en el Estadio Artigas.
Las cosas no comenzaron muy alentadoras para Paysandú: ya a los seis minutos perdía a Nicolás Duarte por un golpe en el rostro, y debía realizar un cambio obligado. La Blanca se acomodó con el ingreso de Brian Sabaño y se aplicó a copar la mitad de una cancha pesada por la lluvia, en la que transportar la pelota resultaba una empresa muy complicada.
El pelotazo largo empezó a hacer una herramienta muy utilizada por los dos conjuntos. Salto, no obstante, con los jugadores de buen pie de su mediocampo, como Dantaz y Vera, mostraba algo más relevante en cuanto a juego fluido. Una gran maniobra del propio Dantaz sobre el sector derecho del ataque, llenó de zozobras a la última zona de Paysandú.
Hasta que llegó la apertura del marcador. Un excelente pase de Anderson Cuelho filtrado al gran goleador sanducero, Juan Andrioli, puso al “Tito” cara a cara con el arquero Fleitas y con un derechazo cruzado embolsó las redes a los 18 minutos. El delantero volvía a aparecer en un momento clave, con un tanto que le daba tranquilidad a su equipo.
Salto intentó reaccionar con el peso de Maciel en el ataque, quien inquietaba con algunas corridas y algún remate de distancia. Pero era Paysandú el que contaba con las mejores ocasiones, con Andrioli muy activo e imbancable para los defensores salteños. En cada contra sanducera, existía la sensación de que el segundo llegaría en cualquier momento.
Pero no. En una jugada que parecía terminar controlada por la defensa de la visita, apareció Dantaz para rematar de primera dentro del área y vencer al arquero De León, que vio cómo la pelota se le escurría entre las piernas. Empate a uno y como al principio a los 43 minutos.
En un campo de juego cada vez más dificultoso para jugar, por la lluvia, el agua y el barro, Salto salió decidido a remontar el resultado pero con una receta fácil de resolver para la defensa rival: el pelotazo.
En ese contexto, un zapatazo de Dantaz que sacó notable De León pareció una jugada de otro partido.
Con el correr de los minutos también los roces y las protestas comenzaron a incrementarse, sumados a algunos empujones, insultos y pierna fuerte. Típico de un clásico, y más si estaba en juego el pasaje a la final del Litoral. El encuentro comenzó a entrecortarse demasiado y a carecer de dinamismo. Paysandú, de a poco, tomó la decisión de recular y defender el punto, de sumar gente en la zona media y de bajar en bloque cuando Salto atacaba. De ese modo, a la Blanca le costaba llegar, lejos del arco escalaba posiciones con dificultad y ya no habilitaba a Andrioli con asiduidad. El propio goleador fue además víctima del mal arbitraje: en una jugada en la que a él mismo le hacen falta, el árbitro Di Maggio entendió al revés, le sacó la segunda tarjeta amarilla y lo expulsó.
Quedaban 15 minutos y descuentos por delante, y Paysandú perdía su jugador clave. Y no solo para lo que quedaba de este compromiso, sino también para la revancha el próximo fin de semana. El partido entró en una seguidilla de encontronazos tanto que Sabaño agredió a Martínez y también vio la roja a poco del final.
Al contrario de lo que se supone en estas situaciones, la visita no pasó demasiados problemas para defender con dos menos, mientras que Salto se repetía en una posesión intrascendente sin ser capaz de generar una sola jugada de gol en ese tramo. Paysandú, de este modo, salvó la ropa y tiene la ocasión de cerrar la serie en su casa.