Progreso toca el cielo con las manos. Es cierto: no hay competencia futbolística, todas las categorías están paradas, pero el azulgrana se da el gusto de mirar hacia adelante.
Y podría decirse que en grande si se tiene en cuenta que proyecta su complejo deportivo gracias a Marcelo Saracchi, el futbolista que nació en las inferiores del azulgrana sanducero, pasó a Danubio y de allí dio el salto a River Plate Argentino, el Leipzig alemán y que actualmente milita en el Galatasaray de Turquía.
Según indicaron allegados al azulgrana, el “Chelo” se desvivía desde hace tres por comprar unas hectáreas donde se pudiera proyectar un futuro complejo deportivo.
Y hace pocos días terminó por sellar la compra de tres hectáreas y media, media cuadra más allá de la avenida de Las Américas, transitando por bulevar Artigas.
“Compró esas hectáreas para hacer el complejo y hasta mandó a hacer el diseño. Ahí salen tres canchas, vestuarios y demás. No vemos la hora de comenzar a trabajar”, se aseguró desde tiendas azulgranas.
Saracchi podrá a disposición el terreno, y el club ya proyecta los trabajos, que irán paso a paso. “Hicimos al rifa de un auto con las que nos fue bastante bien, contamos con el aporte de algunos socios, y hemos ido juntando dinero para la cancha, aunque hasta que no pase todo esto (la situación que se atraviesa en el país con el coronavirus) no se puede comenzar”, se indicó.
Además, se suman “esos pesos” que llegaron al club por los traspasos internacionales del “Chelo”, que no fueron muchos dado que el futbolista hizo todo el baby fútbol hasta los 13 años, cuando lo fichó Danubio.
Pero el lateral izquierdo, que sabe ser convocado a la selección uruguaya, no se olvida del pago. Y hace soñar a Progreso como nunca antes en su historia. Tanto, que hasta se piensa en una cancha sintética.
