Alojamientos privados en termas, estiman que “con suerte podremos empezar en setiembre”

“El Estado va a tener que ver algunas medidas para aliviar un poco la presión, si no vamos a desaparecer muchas de las pequeñas empresas”, advirtió Héctor Zanoniani.

Se avecina la semana de Turismo y en vez de estar preparando todo para recibir un gran contingente de visitantes, como ocurre cada año, los propietarios de alojamientos privados en Termas de Guaviyú se resignan a dar por perdida no solo esta pequeña “zafra”, sino que también son pesimistas respecto a la posibilidad de trabajar con normalidad en vacaciones de invierno.
Héctor Zanoniani, de Cassino Guaviyú, dijo a EL TELEGRAFO que estuvo en contacto con el subsecretario del Ministerio de Turismo, Remo Monzeglio, “que llamó pidiéndonos que tratáramos de no traer turistas al centro termal. Está bien que las piscinas están cerradas, pero igualmente podía haber gente que igualmente optara por venir a pasar Turismo acá, y él nos exhortaba a que desestimáramos eso”. El cierre de los centros termales es una medida que ya se había adoptado desde la Intendencia Departamental, pero que ahora también forma parte de la batería anunciada desde el gobierno nacional para afrontar la emergencia.
“Hay que tratar de acatar las medidas que el gobierno está tratando de llevar adelante”, dijo Zanoniani.
“La verdad que en estos momentos estamos tratando de achicar los gastos, porque lo más difícil es que no se sabe cuánto tiempo va a durar”, agregó. En este sentido planteó que “mirando algunos países como China, por ejemplo, que fue donde hace tres meses arrancó la pandemia, y recién están queriendo empezar a arrancar de nuevo, es decir que ya estamos pensando que por lo menos no va a ser menos de 90 días, o sea que va a ser complicado para casi todos los emprendimientos acá en Termas”.
Enfatizó en que los emprendimientos del lugar “son pequeñas empresas a las que se les hace difícil mantener todo el presupuesto por un lapso mayor a ese, o sea que no sé, el Estado va a tener que ver algunas medidas para aliviar un poco la presión, si no vamos a desaparecer muchas de las pequeñas empresas”, advirtió.

SETIEMBRE

Zanoniani dijo que en Turismo ya es seguro que se perderán de trabajar y considera que las vacaciones de invierno también están perdidas.
“Ojalá me equivoque, pero me parece que tenemos que estar pensando que por lo menos, con suerte, podremos llegar a empezar en setiembre, sería fantástico, viendo lo que está pasando en estos países. Ninguno de los que les ha empezado el problema lo han solucionado en menos de tres meses. Y no sé si todavía es una solución final, uno ve que empiezan a andar, pero a una velocidad que no tiene nada que ver con la de antes de la pandemia”, observó.
“Va a ser una situación brava, pero no hay dudas que primero, como dicen en el gobierno, tenemos que ver la salud y después veremos los negocios a ver cómo quedan. Dentro de todo estamos en un lugar privilegiado como para quedarnos en casa, pero claro, mirando los problemas que vamos a tener cuando esto termine”, bromeó.
Con Monzeglio “quedó una línea abierta; vamos a estar conversando después de eso. Él por supuesto que nos pedía que tuviéramos un poco de conciencia, y claro que la vamos a tener, no hay dudas que no es momento para intentar buscar ninguna solución personal, sino que tenemos que buscar de qué manera podemos llevar la situación hasta que esto más o menos vuelva a empezar a andar”.