Aprovechan la bajante para reparar la rampa del Remeros

La bajante ha permitido realizar tareas de mantenimiento en la rampa del Remeros.
Restos de una embarcación emergieron entre las aguas y las cianobacterias debido a la falta de agua.

La pronunciada bajante del río Uruguay está ocasionando inconvenientes para la generación eléctrica, tanto en Salto Grande como en represas del los tramos altos, asimismo perjudica la navegación y hasta amenaza poner en riesgo el abastecimiento de agua en algunas ciudades como en Santo Tomé, Misiones, donde hubo que reubicar la toma de agua. La falta de agua también favorece la proliferación de cianobacterias.
Sin embargo esta situación representa también una oportunidad única, por ejemplo, para realizar tareas de mantenimiento en estructuras que habitualmente se encuentran bajo agua, como es el caso de la rampa del Club Remeros Paysandú, donde se aprovechó para reafirmar los pilares que se presentaban deteriorados por la erosión a la que han estado expuestos todos estos años.
Por otra parte se hizo notoria la aparición, de restos de una embarcación hundida, a pocos metros de la costa y de la rampa, cuyo origen se desconoce. No está confirmado que se trate de la antigua sede flotante de la institución, como han circulado algunas especulaciones. Fuentes del club indicaron a EL TELEGRAFO que si bien llamaron la atención, no se considera que estos elementos –que habitualmente se encuentran sumergidos– signifiquen algún tipo de riesgo para las actividades habituales de la institución, por lo que al menos por el momento no se ha evaluado una eventual extracción.