“Buen porcentaje de señalada en la majada es esencial para mejora del sector”, dijo Ramos

Ingeniero agrónomo José Francisco Ramos.

“El porcentaje de señalada de la majada nacional es un aspecto esencial para la mejora de la especie, y el puntapié inicial es la revisación de las ovejas y los carneros para el servicio”, destacó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo José Francisco Ramos. “A partir de allí arranca la ecuación de asistencia reproductiva, fertilidad, por prolificidad y después por sobrevivencia del cordero, para terminar en la medida de lo posible con la mayor cantidad de corderos destetados sobre ovejas encarneradas”.
Para el técnico del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), “el verano ha sido en esta zona del norte del país relativamente seco, que es en donde se concentra la mayor proporción de la majada nacional”. Consideró que “en Paysandú hubo más precipitaciones, en Salto un poco menos y en Artigas menos que en estos dos departamentos mencionados anteriormente”.
Recordó que en la última quincena de marzo “se registraron buenas precipitaciones en términos generales que influyó en el ánimo de los productores, porque había preocupación en la disponibilidad de forraje, pensando en la entrada del otoño y el invierno, al observarse algunos problemas con las aguadas”.
Aclaró que al ser un verano mayormente seco, “las situaciones sanitarias están más atenuadas y eso hace al buen estado sanitario de las majadas”. Los productores que hacen su trabajo “habitualmente en tiempo y forma, van a poder capitalizar buenos registros reproductivos en esta encarnerada, en la medida que hayan revisado las hembras adultas, también los carneros y que las borregas que tendrán su primera encarnerada lleguen con el peso adecuado”.

ATENDIENDO LA DEMANDA

Desde el SUL, los técnicos de transferencia “estamos atendiendo la demanda de los productores, realizando trabajos de campo, en la medida que no contravengan las disposiciones oficiales y que no representen situaciones de riesgo para los técnicos, los productores y el personal de campo”, dijo Ramos, consultado por las complicaciones que genera la pandemia de COVID-19.
Explicó que “otra proporción importante de nuestra actividad a partir de la situación originada en el país el pasado viernes 13 de marzo, es que buena parte de nuestro tiempo es de trabajos en la casa, preparando materiales y atendiendo situaciones administrativas, quedando a disposición de los productores y respondiendo a trabajos de campo en la medida que se requiera, fundamentalmente en el asesoramiento de mejoramiento genético, controles de calidad, tatuajes, preparación de las majadas para el servicio”. Acotó que “si bien la mayoría de los productores ya ha comenzado con los servicios de otoño, alguna proporción de ellos, que ubican los servicios más hacia abril y a mediados de abril, incluso, buscando evitar situaciones de mortalidad de corderos, que se da fundamentalmente hacia fines de agosto. Hay productores que pretenden ubicar la parición hacia setiembre, por lo que están en los últimos aprontes de la majada, por lo que en la última semana hemos tenido alguna salida de campo”.
Fundamentó en que las actividades del sector agropecuario “no paran, y con las precauciones del caso, y atendiendo a la situación de emergencia sanitaria, pero cumpliendo con la labor del SUL, de estar al lado del productor acompañando los distintos procesos”.

RECOMENDACIONES

Es tiempo de recomendaciones para los técnicos del SUL. “Asesoramiento en la alimentación de la majada y la preparación de las hembras para el servicio, recomendaciones que se hacen para esta época del año”, explica el profesional sanducero.
“Se busca facilitar el contacto oveja-carnero en los servicios, y eventualmente utilizar repuntes, potreros chicos, sombras, el monitoreo de las parasitosis gastrointestinales con análisis de Hpg. Tratar de no prolongar los servicios en esta época del año, más allá de los 35 días, porque en otoño, para majadas con buena condición corporal con 3% de carneros y revisados previamente, ese tiempo es suficiente para obtener buenos indicadores de fertilidad y fecundidad”. También mencionó “tratar de evitar situaciones de estrés para favorecer la implantación de los embriones, y en el manejo de las pasturas, buscar favorecer o privilegiar la alimentación de ovejas en baja condición corporal y las borregas”.