Coordinadora de Psicólogos de Uruguay se mantiene en sesión permanente

“La atención psicológica tiene que ser tenida en cuenta dentro de la estrategia de emergencia global que se está desplegando, pues es evidente que el miedo y el pánico también adquieren características epidémicas”, dice la CPU.

La Mesa Ejecutiva de la Coordinadora de Psicólogos del Uruguay (CPU) se encuentra en sesión permanente con vistas a responder “con responsabilidad profesional” ante el contexto de emergencia por la afectación por la COVID-19 en Uruguay. A partir de ese momento, desde la CPU se ha brindado orientación y contención a sus integrantes y con ello también a la sociedad, según dieron cuenta responsables de esta coordinadora. Indicaron que partiendo de la importancia de cuidar al psicólogo en tanto cuidador, la CPU bajo la consigna “Coyuntura: Covid-19 #SolidaridadResponsable” pone a disposición una serie de documentos con información y recomendaciones para abordar la emergencia. De libre acceso, están publicados en psicologos.org.uy.
Se busca de este modo “atender las demandas de la sociedad a los profesionales de la psicología, acompañar su trabajo, y cumplir con el servicio de cuidado y de respaldo de los psicólogos. Siempre con la atención en nuestro rol social como aliados de la salud pública”. Al momento, están disponibles los dos primeros documentos: “Pautas de referencia general respecto al trabajo voluntario de los psicólogos” y “Cartilla de autocuidado para los psicólogos intervinientes en situaciones de emergencia”.
Se están elaborando a su vez “Recomendaciones para el adecuado manejo de la teleconsulta con adultos”; “Pautas para el abordaje de situaciones de violencia basada en género (VBG) en condiciones de confinamiento” y “Pautas para el apoyo al adulto mayor en condiciones de confinamiento”. Asimismo, se destaca que desde la Coordinadora de Psicólogos del Uruguay se demanda que la atención psicológica en situaciones de emergencia sea “tenida en cuenta dentro de la estrategia de emergencia global que se está desplegando, pues es evidente que el miedo y el pánico también adquieren, en esta situación, características epidémicas. Por otra parte, es notorio que ello incide directamente en la calidad de la respuesta de la población a las medidas sanitarias exhortadas y, al mismo tiempo, esas medidas agregan más estrés a las personas, las familias y la sociedad, lo que deteriora la salud y el bienestar de la población y agrega una cuota extra de riesgo de enfermedad, más allá de la COVID-19”.