Déficit hídrico solo habría afectado el 25% de la superficie sembrada de cultivos de verano

Hasta el momento los rendimientos de los cultivos de primera no han respondido a las expectativas.

El déficit hídrico no fue uniforme en el territorio uruguayo dado que la situación hídrica presentó importantes diferencias entre zonas. Las regiones sur y este del país fueron las más afectadas durante el desarrollo de los cultivos de secano, pero dado que la superficie de estos cultivos se concentra en la región litoral del país (noroeste a suroeste), el déficit hídrico solo habría afectado al 25% de la superficie sembrada.
El impacto esperado en la producción total de estos cultivos sería del 4% al 7% según los escenarios de pérdida mínima y máxima considerados en este análisis elaborado por la Oficina de Planeamiento y Políticas Agropecuarias (Opypa), del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
El informe fue elaborado con motivo del déficit hídrico que afectó al país, desde fines de noviembre de 2019 hasta principios de abril de 2020, realizándose estimaciones preliminares de las pérdidas en cultivos de secano (soja, maíz y sorgo) en el marco de la implementación por parte de Opypa, de un sistema de registro y estimación de pérdidas por eventos climáticos en el sector agropecuario, así como para contribuir a la toma de decisión de la dirección política del MGAP.
Cabe destacar que las estimaciones de pérdida porcentual de rendimientos son muy preliminares, dado que al momento de la consulta a informantes calificados la proyección de rendimientos generaba bastante incertidumbre dada la gran variabilidad de situaciones, particularmente respecto al peso del grano de la soja.
El objetivo del sistema de registro y estimación de pérdidas es generar información histórica sobre los impactos de distintos eventos climáticos en las actividades agropecuarias, utilizando una metodología protocolizada y validada internacionalmente (CEPAL-FAO) , para cuantificar y monitorear el riesgo climático.
Se procura contribuir al diseño de políticas públicas de gestión integral de riesgos y adaptación al cambio climático para mejorar la resiliencia de los sistemas productivos, incluyendo el diseño de seguros agropecuarios.
De esta manera, se efectúa el análisis costo-beneficio para establecer prioridades de asignación de recursos públicos e inversiones orientadas a la reducción de riesgos y aumento de la resiliencia. La construcción de indicadores de progreso de la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, marcos internacionales vinculados a los cuales Uruguay ha adherido.