La Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay publicó un informe sobre el impacto económico del COVID-19, en base a la segunda encuesta realizada entre el 7 y 14 de abril a nivel nacional, de la cual participaron 613 empresas.
De ellas 320 pertenecen al comercio mayorista o minorista; 191 a otros servicios; 45 a la industria manufacturera; 27 a alojamiento o servicios de comida; 18 a empresas de construcción; y 12 a la producción agropecuaria.
El 86,9% de las empresas registraron una caída en sus niveles de venta a partir de la llegada del COVID-19 al país. La baja impactó fundamentalmente en las microempresas, de las cuales el 91,4% sufrió disminución de ventas.
El 42,4% de las empresas tuvieron una caída superior al 75% de las ventas; el 18,9% hasta el 50%; el 17,6% hasta el 25%; el 3,8% hasta el 10% y el restante 2,6% no lo tiene cuantificado. En resumen, seis de cada diez empresas registraron una caída en sus ventas mayor al 50%.
El freno a la actividad genera graves daños económicos para las empresas, afectando de manera primordial las fuentes de trabajo. De hecho, del total de las 613 empresas han enviado parte de sus trabajadores al seguro de desempleo en las últimas semanas, el 50,8% utilizan la nueva modalidad de seguro parcial.
Si se analiza por rubro, el sector de alojamiento y servicios de comida es el que más ha enviado trabajadores al seguro de desempleo (81,5%), le sigue el sector de comercio minorista y mayorista (66,9%) y en tercer lugar la industria manufacturera (60%). Ahora, del total de empresas que han tenido que enviar parte de sus trabajadores al seguro de paro, el 41,2% envió más del 75% de su plantilla.
El futuro inmediato para siete de cada diez empresas no trae esperanzas, en la medida que esperan que sus niveles de venta se mantengan en la situación actual o incluso continúen cayendo, de manera moderada.
A nivel de sectores de actividad, Alojamiento y Servicios de Comida resultó ser el más afectado desde que el 96,3% de las empresas del sector sufrieron una contracción en sus ventas.
Por otra parte, del estudio se desprende que 47,1% de las empresas considera que las medidas impulsadas por el gobierno para apoyar a las pequeñas y medianas empresas afectadas por la crisis sanitaria “son insuficientes” y 11,3% entiende que son “discordantes” con sus necesidades.
El 35,4% afirma que son “adecuadas” y un 2,6% opina que se “ajustan perfectamente” a sus requerimientos.
A su vez, la mayoría de las empresas (33,1%) no pudieron acogerse a las medidas anunciadas por el gobierno, ya sea porque “no les corresponde o por el tipo de empresa (cantidad de empleados o naturaleza jurídica)”. Otras empresas explican que “muchas de las medidas aún no están 100% implementadas por parte de los organismos competentes”. Las medidas que son mayormente adoptadas por las empresas son las del seguro de paro flexible (26,7%) y el aplazamiento de aportes tributarios (20,2%).
En cuanto a los consejos de salarios, el 10% de las empresas dice no estar en condiciones de pagar los salarios acordados, el 50% entiende que no están dadas las condiciones para llamar a una nueva ronda de consejos de salarios y 30% cree que se deberían aplicar los descuelgues de “acuerdo a la realidad de cada empresa”.
Se destaca asimismo dentro de las grandes preocupaciones que vive el empresariado uruguayo, más allá de las económicas y financieras, la incertidumbre respecto a cuánto durará en el tiempo esta paralización de la actividad económica y los efectos que esto ya está teniendo en las empresas, poniendo en riesgo la supervivencia de las mismas en el mediano plazo.
