La pandemia del coronavirus, que no ha impactado aún en Paysandú, donde se mantiene un único caso importado, ha tenido su efecto en el tránsito y en los siniestros viales, que en un mes se redujeron un 56%. Del mismo modo que a nivel mundial se reporta la mejora de la calidad del aire y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, derivados de una aguda desaceleración económica, la baja en el tránsito es notoria.
Leonardo Rivero, director de Tránsito de la Intendencia de Paysandú opinó que “la reducción de siniestros de tránsito es sin dudas uno de los efectos positivos del confinamiento dictaminado por el gobierno nacional, más allá de frenar la escalada de nuevos contagios”. Al mismo tiempo, reconoció que “la reducción de la siniestralidad vial obedece a una reducción muy importante del volumen de vehículos que circulan por nuestras calles generada por la cuarentena no obligatoria”.
Tomando datos extraídos del Sistema Nacional de Tránsito (Sinatrán) de la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev), se determina que en Paysandú en el periodo comprendido entre el 1º de marzo y el 5 de abril pasado, se produjeron 118 siniestros de tránsito. De ellos, ninguno con víctimas fatales, 11 graves, 73 leves y 34 sin lesionados, lo que implica una reducción de la siniestralidad de un 56% con respecto al mismo periodo 2019. El año pasado se produjeron 268 siniestros viales, de los cuales 2 fatales, 11 graves, 141 leves y 144 sin lesionados. Aunque los siniestros graves se mantuvieron en el mismo rango, de 11, hubo una reducción del 37,5% si se tiene en cuenta que este año 8 siniestros graves fueron antes del 13 de marzo, y solo 5 en el resto del periodo bajo estudio.
Precisamente, reduciendo el periodo, desde el 13 de marzo, cuando la confirmación de los primeros 4 casos de coronavirus en Uruguay, hasta el 5 de abril, se constataron 42 siniestros, de los cuales 37 fueron con lesionados leves y solo 5 graves, sin fatales.
La Dirección de Tránsito incluye como tipo de siniestro a la colisión entre vehículos, despiste, caída, atropello de animales y colisión con obstáculo de calzada, siendo éstos en su gran mayoría entre las 10 y las 19 horas.
“La llegada del COVID-19 nos obligó a todos como sociedad a crear o reincorporar hábitos, como ser reaprender a lavarse las manos constantemente, volverse más estricto con la higiene y la distancia física”, subrayó Rivero. “En definitiva, con ésto estamos tomando conciencia de que así debemos hacerlo, porque el pacto social que asumimos está consolidándose. Ante esta situación nos ilusionamos que la conciencia del riesgo que implica la COVID-19 se replique en cuestiones referidas al tránsito”, agregó.
“De tal forma, como en el caso de la higiene, la sociedad quizás pueda incorporar el mismo hábito de autocuidado personal en el tránsito, con el otro en el uso del cinturón, el casco, respetar las prohibición de ingerir alcohol y conducir con respeto a las normas”, destacó luego.
El Director de Tránsito aseguró entonces que “la inseguridad vial es una epidemia silenciosa que a la gente le cuesta aceptar. Lamentablemente las frases como: ‘A mi no me va a pasar nada’, ‘puedo manejar usando el celular, tengo que usarlo por mi trabajo’ o ‘puedo tomar y manejar porque voy lento o por calles lejos del centro’, se escuchan. Los conductores que no respetan lo establecido siempre encuentran una excusa. Lo que no saben es que a cualquiera le puede pasar y es importante cuidarnos entre todos”.
“Los números no son solo números, muestran realidades, situaciones y pronósticos. La realidad actual indica una disminución de la movilidad urbana y por ende de los siniestros, algo bueno entre tanto perjuicio que provoca esta epidemia. Es el camino, de todas formas, por eso me afilio a las directivas nacionales y departamentales. Por nosotros mismos y por los demás seamos responsables, razonables y solidarios ante la presencia de este coronavirus, quedémonos en casa”, concluyó Leonardo Rivero.
