Desolador fue el escenario encontrado por Darinka Reimundez y su familia al retornar a la chacra que tienen en la zona de Porvenir cuando encontró que unos perros –presumiblemente de improvisados cazadores– hicieron destrozos y mataron a 26 de sus animales.
“Tenemos una chacrita a unos tres kilómetros de Porvenir, de la parte en que está la Comisaría y el municipio. Alrededor del mediodía del viernes nos vinimos para Paysandú a trabajar y nos quedamos esa noche porque al otro día teníamos cosas para hacer temprano. Al mediodía del sábado llegamos a la chacra y nos encontramos con esa matanza. Una escena bastante macabra, porque había sangre por todos lados y los animales mutilados y desgarrados tirados en el campo”, contó Reimundez a EL TELEGRAFO.
En el predio “tenemos un guarda patio bien prolijo con todo alambrado, con porteras y corral, y los animales habían quedado ahí, al lado de un gallinero. Cuando llegamos y empezamos a recorrer, eso era sangre por todos lados, las ovejas todas mutiladas en las parte de las carretillas. Nos mataron diez ovejas de entre 30 y 40 kilos. Se ve que corrieron y dispararon para todos lados porque el espacio es de unos 30 metros por 50 y estaban por todos lados tiradas. Algunas se ve que dispararon para el tajamar que está dentro del guarda patio y en la desesperación patinaron y quedaron flotando en el agua”, agregó.
Los perros se metieron también al gallinero y mataron 12 gallinas, tres patos que estaban a poca distancia y una guinea. “Uno de los patos lo encontró un vecino, que sabía lo que nos había pasado, a un kilómetro de la chacra en un tajamar”, dijo Reimundez. “Para nosotros son perros de cazadores que conocen qué hacen, por las heridas que tenían los animales, como cuando salen a cazar chanchos”, indicó.
“Nosotros la verdad nunca hemos tenido problemas con nadie, ni de perros ni con vecinos. Vamos y venimos y pasamos muchísimo en la chacra con los nenes, sobre todo ahora en la cuarentena. Y esta forma de vida del campo es también la que le enseñamos a nuestros hijos. Hacemos con ellos las cosas como en la vieja escuela. Ya estaban acostumbrado a que en la mañana sacaban las ovejas con nosotros y de tarde las íbamos a buscar. Y lo hacíamos como una enseñanza. No somos estancieros, sino gente de trabajo que armamos la chacrita y siempre tenemos algún animal”, dijo.
En tanto sobre quienes puede estar detrás del paseo con los perros, Reimundez manifestó que creen “que pueden haber sido algunas personas aburridas por la cuarentena que salieron a jugar, a hacerse los cazadores y no supieron manejar los perros”.
“Tal vez los perros vieron esos animales, se metió uno o dos a corretearlos, porque esto que pasó no es trabajo de un solo perro ni de uno de raza chica, y al probar sangre se enloquecieron”, agregó.
“Fui a hacer la denuncia a la Comisaría Cuarta y estamos completamente agradecidos al personal, a los agentes López y Pereira, y los que después anduvieron en la recorrida que fueron Suárez e Isnardi; porque por más que uno sabe que es su trabajo, cuando uno ve cómo lo hacen, que te prestan atención y ponen interés es valorable. Uno siente un alivio”, comentó la señora.
Por su parte, precisó que su idea es alertar a los vecinos “que se ve que anda gente a la vuelta y puede volver a pasar algo así”, dijo Reimundez.
