Un tripulante del Greg Mortimer, décimo fallecido por COVID-19 en Uruguay

El tripulante, de 48 años y sin patologías previas, estaba internado en el Casmu, después de haber sido evacuado por problemas respiratorios, al igual que otros compañeros suyos y varios pasajeros de la embarcación.

(EFE)
Un tripulante del buque australiano Greg Mortimer, anclado frente al puerto de Montevideo y con buena parte de su pasaje afectado por COVID-19, murió este viernes en un centro médico de la capital y se convirtió en el décimo fallecido en el país por esta enfermedad (aunque no se contabiliza en la estadística oficial).
“Les hacemos llegar a su familia y seres queridos nuestras condolencias. Lo lamentamos mucho”, escribió el canciller de Uruguay, Ernesto Talvi, en su cuenta oficial de Twitter.
El tripulante, de 48 años y sin patologías previas, estaba internado en el Centro de Asistencia del Sindicato Médico del Uruguay (Casmu), después de haber sido evacuado por problemas respiratorios, al igual que otros compañeros suyos y varios pasajeros de la embarcación.
Poco antes de este fallecimiento, el canciller había informado en la misma red social de que “de las 11 personas de buque que fueron internadas en el Casmu y en el HB (Hospital Británico) quedan solo tres”, después de que un hombre indonesio, también perteneciente a la tripulación, recibiera el alta este viernes.
El barco Greg Mortimer, de la empresa australiana Aurora Expeditions, partió de Ushuaia (Argentina) hacia las Islas Canarias (España) con 132 pasajeros y 85 tripulantes y llegó a Montevideo cuando uno de sus ocupantes, el primero que debió ser evacuado, el 31 de marzo, tuvo problemas físicos. La Cancillería, en colaboración con varias embajadas y los Ministerios de Salud Pública, el de Defensa, el del Interior, el de Transporte y Obras Públicas y el de Economía y Finanzas, coordinó sendos corredores humanitarios para trasladar a los pasajeros del barco hasta el Aeropuerto Internacional de Carrasco para su repatriación.
El primer operativo tuvo lugar el 11 de abril, con el traslado de 112 ciudadanos australianos y neozelandeses hacia el aeródromo para que abordaran un vuelo hacia Melbourne (Australia), mientras que el segundo se desarrolló cuatro días después, con la evacuación de 15 pasajeros estadounidenses, canadienses y de varias nacionalidades europeas rumbo a Miami.
Tras estos operativos, el Greg Mortimer regresó a la denominada ‘zona de servicios’, a unos 20 kilómetros del puerto de Montevideo, para continuar con la cuarentena de toda su tripulación, antes de proseguir su rumbo hacia las Islas Canarias.