Opinión

Es este país, y no otro

El último informe que la oenegé Techo entregó a las autoridades nacionales reafirma una realidad que se reitera y profundiza en los asentamientos. A partir de la emergencia sanitaria –COVID-19 mediante– se visibiliza mucho más.
Porque cayeron los ingresos de las familias que habitan esas áreas, se incrementaron en 26,5% las viviendas precarias en los asentamientos relevados y porque no resulta fácil adoptar las medidas de higiene recomendadas. Ocurre que en asentamientos de Montevideo, Canelones y Paysandú hay problemas para conectarse al agua potable.
El documento aclara que los datos se basan en estimaciones de los referentes barriales, pero no es menos cierto que “los procesos poblacionales en los asentamientos del país se continúan sucediendo”, tal como dice el texto. Y porque el dato es “crítico” si se toma en cuenta la pandemia, pues 5.400 familias ya no tienen la capacidad de asegurarse las tres comidas básicas.
Los técnicos calculan que unas 7.200 familias fueron afectadas, por lo tanto la tendencia “en la periferia urbana ha sido brutal”, dice el informe.
La “limitación de medios” es una razón de peso. Porque a pesar de conocer las medidas que se difunden continuamente, el 45% de la población relevada no tiene el dinero suficiente para adquirir productos de limpieza.
No es posible analizar esta realidad fuera de un contexto que se repite en el tiempo y así lo señala la misma oenegé desde hace 17 años. Y explica en su informe: “Si bien consideramos que como país nunca hemos mirado hacia estas poblaciones con la seriedad y la inversión que amerita, el contexto actual recrudece las posibilidades de supervivencia de las personas y es necesario tomar acciones focalizadas desde una perspectiva territorial”. Y porque la pandemia solo corrió el velo para mostrar a grupos de vecinos organizados que se encuentran en la búsqueda de recursos que ayuden a paliar las necesidades básicas.
La atención en las policlínicas a nivel nacional comenzó su apertura en la denominada “nueva normalidad”. No obstante, las familias que residen en los cinturones de las ciudades no contaban antes, al igual que ahora, con los recursos necesarios para trasladarse a los centros hospitalarios que, en líneas generales, se encuentran alejados de esos barrios. Por lo tanto, estuvo afectada la atención primaria a la salud y esa es una de las solicitudes presentadas en el informe. Así como el apoyo en especies y dinero a esas organizaciones vecinales, o la necesidad de inversiones en infraestructura barrial con baños, o el abordaje de situaciones de violencia con un protocolo específico o una entrega mayor de productos de limpieza. Y, finalmente, la elaboración de un Plan Nacional de Atención a la Emergencia Habitacional, que además de Techo, lo reclaman otras organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la gestión del hábitat en nuestro país.
A mediados del año pasado, Techo presentó un relevamiento y ubicaba a Paysandú –al igual que Salto, Rivera y Maldonado– en una situación de emergencia habitacional “alta” y propuso al Ministerio de Vivienda, que adoptara medidas públicas para la relocalización de más de dos mil viviendas en todo el departamento. También en ese entonces, se ubicaba a Montevideo, Canelones y Artigas en una situación definida como “crítica”.
En el caso local, registraba el año pasado un 53% de los asentamientos con falta de servicios o problemas en los techos. Pero la fortaleza permanecía en su tejido social, con comisiones vecinales que actuaba en la mitad de los asentamientos. Por lo expuesto, si esta realidad se profundiza ante una emergencia sanitaria es porque las administraciones repitieron su inacción. O como lo explica mejor la directora ejecutiva de Techo Uruguay, Belén González: “Necesitamos como país un plan focalizado en periferias urbanas” porque “en la medida que no tengamos una estrategia a nivel país que contemple a los asentamientos, esta situación se va a seguir dando”.
Y se hizo visible con el crecimiento de las ollas populares en distintas zonas del país, pero también con el incremento de las viviendas precarias en comparación al Relevamiento Nacional de Asentamientos, efectuado entre 2018 y 2019.
Este país no estaba escondido. Simplemente era obviado en algunos discursos de la última campaña electoral, que fue aprovechada muy bien para tirar cifras y porcentajes a diestra y siniestra.
Porque estos territorios son también Uruguay, a pesar de los elogios desmedidos a políticas sociales que no se asentaron en los lugares que las necesitaban. Porque siempre confundieron la ideología con las necesidades básicas y cualquiera que tuviera la osadía de confrontar esta realidad era descalificado de cualquier manera.
La declaración de emergencia sanitaria ya cumplió dos meses en Uruguay. Sus consecuencias se miden en la pérdida de puestos de trabajo y en el costo social que tendrá esta pandemia en un país como el nuestro. Pero estas realidades a los costados de las ciudades ya existían.
Al igual que la situación que involucra a los 469.000 veintemilpesistas, ya analizada en esta sección y que reporta la misma organización que nuclea a sindicatos de trabajadores. Una realidad que, también, existía antes de la pandemia, con salarios sumergidos que complicaban a una alta proporción de la población, asociados fundamentalmente a mujeres, jóvenes y el interior.
Este Uruguay se soslaya o se acepta. No hay otra opción. Lo que no puede quedar para más adelante es la acción, porque eso ya viene pasando desde hace años. → Leer más

Nacionales

Incendios en Rocha

(LA PALOMA HOY)
Dos incendios de grandes dimensiones se desataron en el departamento de Rocha. Uno se produjo a la altura del kilómetro 275 de la ruta 9, en La Esmeralda y otro en Punta del Diablo, en el kilómetro 297 de la misma ruta.
Celio Gularte, encargado de Bomberos de La Paloma, dijo que se encuentran trabajando junto a otras dotaciones en Punta del Diablo “el incendio está controlado hasta el momento, con puntos calientes dentro de la zona quemada”. Allí se desplegaron las dotaciones de Santa Teresa, Rocha y con apoyo del ejército de Santa Teresa, además de los Bomberos palomenses.
El área afectada en Punta del Diablo es, en principio, de 5 hectáreas en las que se quemaron pinos, pajonales, chircas, acacias, rameros de leña seca. Con la luz del día, este domingo se realizó una recorrida por la zona para saber con exactitud la extensión quemada.
Según pudo saber La Paloma Hoy, el incendio en la zona de La Esmeralda ya fue extinguido. → Leer más