Desde hace dos meses sirven a diario 120 desayunos a personas necesitadas

Día a tras días unas 120 personas encuentran un apoyo alimenticio y emocional en la sede parroquial del centro de la ciudad, con un desayuno solidario que se sirve entre las 8 y las 11.
El padre Daniel Silva encabeza el grupo de entre 5 y 8 personas que se encarga diariamente de la preparación y de servir a las personas que acuden. “Sobre todo gente que está en la calle, los cuidacoches de la vuelta y gente que anda rondando las volquetas, juntando algún bidón de esos de agua, los vendedores ambulantes, algún otro que está en la vuelta”, resume. Para el religioso es muy importante que se ofrezca, además del alimento, “un mínimo de contención, tratar de acompañarlos un poco, contenerlos en el sentido de dialogar un rato con ellos, atenderlos en la mañana, y darles un desayuno, que es lo que estamos haciendo hace casi dos meses ya”.
La mayoría convive con realidades muy duras, y muy diversas. “Hay un grupo grande, que es ese grupo de gente de la calle. Como ejemplo, un muchacho de nombre Ángel, que cayó preso esta semana; ese muchacho anduvo acá casi todos esos días dando vueltas y desayunando, aparecía un día y desaparecía; la otra semana también había caído preso un tal Fabio que también había pasado por acá. Esa gente que anda en las difíciles también habían estado por acá”, relató.
De todos modos también aparecen familias, “alguna situación que llegan pidiendo una canasta o alguna ayuda y también aprovechan a desayunar, pero el grupo grueso son hombres, son jóvenes, gente que también van a hacer la changa en la naranja, y andan buscando esas changas. Algunos están en el Refugio. Después se suman algunos otros de la vuelta; los cuidacoches sí, todos los de acá en la vuelta, gracias a Dios se les puede dar un desayuno en la mañana”.

ESFUERZO

Silva asegura que este apoyo que se brinda es posible gracias a la solidaridad de la sociedad. “Lo hacemos con el esfuerzo de la comunidad sanducera, en todo sentido, no solo la comunidad católica, y de Rotary, que nos apoya mucho. Recibimos mucha colaboración también de las Pagnifique de Ta-Ta, tres días enteros al final del día nos dan a nosotros lo que queda, y eso es una brutal ayuda para el desayuno”.
Más allá de eso el padre Daniel Silva valoró otros gestos que son muy simbólicos. “La gente es interesante: viene un muchacho que trabaja en Paycueros y él todos los días trae una bolsita de pan. Todos los días viene también una señora con una torta y otra con dos litros de leche. La verdad que es impresionante eso, la comunidad sanducera. Eso quiero destacarlo, más allá que sean católicos o no, la comunidad sanducera es solidaria 100%, porque la única institución es Rotary y los Ta-Ta, que es una buena ayuda. El resto son personas solidarias de Paysandú”, insistió.

DE LUNES A DOMINGO

El desayuno se sirve todos los días, incluso los domingos y también los sábados, día en que se suma una vianda que se entrega a mediodía. “Este sábado fueron 150 viandas; el comedor solidario lo hacíamos los sábados en el invierno, pero ahora no podemos hacer el comedor y estamos dando la vianda hace cuatro sábados ya. El que viene será el quinto”, dijo.
Por otra parte siempre están recibiendo y entregando ropa, “abrigos; ahora no hace tanto frío, pero una frazada, esa es la parte de atención con ropa, que también hacemos; tenemos mucha donación de ropa y enseguida le damos salida, constantemente estamos entregando”.
El párroco agregó que muchas de estas personas “no tienen donde bañarse; lo que hacen, aunque uno no lo entienda, después que la ropa agarra cierto olor, sobre todo los que están más en situación de calle, agarran una campera, una ropa, y tiran la otra. Es una situación muy particular entre las personas que caen en esta situación de calle, que son más de las que yo pensaba”. Estimó que aproximadamente la mitad de quienes concurren están en situación de calle. “No sé el relevamiento que tendrán el Mides o la Intendencia, pero son más de lo que yo pensaba, unos que duermen en el Trébol, otros que duermen en el Guyunusa, otros que duermen en casas abandonadas. Ese núcleo base, no sé si de los cien o 120 que vienen serán la mitad, unos 60, para mí; me llama la atención en Paysandú”, expresó.
A raíz de esto están pensando en habilitar alguna ducha, “pero es un paso que no hemos dado todavía, porque tenés que tener más gente para atender esa parte”. De hecho planteó que en el centro “ahora que está cerrado el Shopping, no tienen dónde ir al baño, todos ellos vienen al baño de la Secretaría Parroquial. Nosotros tenemos el baño abierto, desinfectamos a cada rato, estamos lavando los pisos a cada rato; pero ¿dónde va al baño la gente?”
Quienes deseen colaborar con esta iniciativa puede dirigirse a la Secretaría Parroquial para hacer llegar su aporte, dijo el sacerdote.