Hasta un 70% bajó la venta de nafta en las estaciones de servicio sanduceras

La venta de nafta comenzó a regularizarse en las estaciones de servicio de Paysandú, luego de registrar ventas menores por hasta un 70% durante parte de marzo y abril, lo que motivó la preocupación de varias de las empresas que expenden combustible, muchas de las cuales debieron enviar trabajadores al seguro de desempleo.
Así fue el caso de las estaciones dependientes de Francolino Hnos., donde “las primeras semanas de la emergencia sanitaria hubo una merma muy importante en la venta de nafta”, dijo a EL TELEGRAFO Virginia Francolino. Agregó que con relación a la venta semanas antes del 13 de marzo, “bajó un 60% la venta de nafta, aunque el gasoil mantuvo sus volúmenes normales para la época”, y que ahora, en esta última semana, la gasolina está siendo más demandada, “se ven más autos movilizándose, y cuando empiece de nuevo la escuela seguramente aumentará”.
No escapó a la empresaria considerar que “también tiene que ver el cierre del puente Paysandú – Colón, y no solamente por la nafta, sino que también vemos que aumentó al venta en el minimercado que hay en las estaciones”. Si bien tuvieron que enviar parte del personal al seguro de desempleo, se mostró optimista en cuanto “ya empezamos a reintegrar algunos y espero que para junio ya no haya ninguno en esa situación”.

BRUSCO DESCENSO  EN LAS VENTAS

Por su parte Martín Volpe, de la estación Petrovolpe, coincidió en señalar el brusco descenso en la venta de nafta entre el 15 de marzo y mediados de abril, donde “llegamos a vender el 30% de lo que se vendía normalmente”, aunque “ahora ya fue mejorando y estaremos en un 60% de la venta normal”. Funcionarios de otras dos estaciones, tuvieron comentarios similares en cuanto a la disminución en las ventas durante unas cuatro o cinco semanas, y que ahora se está notando un mayor consumo de combustible, particularmente de nafta.

EL SUPERGAS NO DEJÓ DE VENDERSE

Una situación hasta contraria a la de las estaciones de servicio, fue la que tuvieron al menos tres de los cuatro sellos que distribuyen en Paysandú. En el caso de Francolino, “el supergás no paró de venderse”, y en su caso se trata fundamentalmente de consumos domiciliarios.
Para Natalia Etchecopar, de Riogas, en términos generales el volumen de venta no bajó, pero sí cambiaron algunas circunstancias puntuales, como que “la demanda de los vecinos para los hogares aumentó las primeras semanas, después bajó un poco, mientras que sí se notó una menor venta para los restaurantes, rotiserías, los carritos, las panaderías y hasta quienes producen tortas fritas” que es un mercado interesante para esta firma.
En el caso de Walter Rama, distribuidor de Acodike, “los primeros días después de la declaratoria de emergencia sanitaria, aunque hacían 31 grados de temperatura, se vendió como en invierno, pero ahora ya mermó. Tal vez la gente compró para guardar, como dijo un informe publicado en Montevideo pero que consideró a todo el país, que 3 de cada 4 garrafas vendidas en esos días fueron para tener por si escaseaba, lo que no sucedió”. En su caso estuvo trabajando con un horario más restringido, “de 8 a 15 porque después de esa hora no andaba nadie en la calle”, pero “ahora que se está normalizando volvemos a trabajar de 8 a 19”.
El distribuidor de Megal en Paysandú no pudo ser ubicado para consultarlo.