Más de 400 millones de empresas en riesgo por medidas de confinamiento, según OIT

El comercio --minorista y mayorista-- es una de las ramas más afectadas de la economía por la crisis del COVID-19, según relevó OIT.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó, previo al 1º de Mayo, el tercer informe de su observatorio vinculado con la crisis que ha originado el COVID-19. En ese informe, la organización advierte que la caída constante de las horas de trabajo a nivel mundial a causa del brote de COVID-19 “significa que 1.600 millones de trabajadores de la economía informal, esto es, casi la mitad de la población activa mundial, corre peligro inminente de ver desaparecer sus fuentes de sustento”.
De acuerdo a la investigación la caída de las horas de trabajo en el actual trimestre (segundo) de 2020 podría superar con creces a la estimada anteriormente. Se prevé un deterioro del 10,5 por ciento, el equivalente a 305 millones de empleos a tiempo completo (considerando una semana laboral de 48 horas). La previsión anterior era de un del 6,7 por ciento, equivalente a 195 millones de empleados a tiempo completo. Esta variación se explica por la prolongación y la ampliación de las medidas de confinamiento.
Las estimaciones indican que la pérdida de horas de trabajo equivaldrá al 12,4 por ciento en el segundo trimestre en las Américas (frente a los niveles anteriores a la crisis) y al 11,8 por ciento en Europa y Asia Central. Las estimaciones para el resto de los grupos regionales son bastante cercanas y todas superan el 9,5 por ciento.

ECONOMÍA

La crisis ha dado “una estocada contundente a la capacidad de ganar el sustento de casi 1.600 millones de trabajadores de la economía informal (el grupo más vulnerable del mercado laboral), de un total de 2.000 millones a nivel mundial, y de una fuerza de trabajo mundial de 3.300 millones de personas”, expuso el informe, que identifica dos desencadenantes: las medidas de confinamiento y/o el hecho de que esas personas trabajan en alguno de los sectores más golpeados.
A nivel mundial, el primer mes de la crisis se habría cobrado un 60 por ciento de los ingresos de los trabajadores informales, lo que equivale a una caída del 81 por ciento en África y las Américas, del 21,6 por ciento en Asia y el Pacífico, y del 70 por ciento en Europa y Asia Central. Si no cuentan con una fuente de ingresos alternativa, estos trabajadores y sus familias no tendrán medios de supervivencia.

LAS EMPRESAS

En las últimas dos semanas, la proporción de trabajadores que vive en países sujetos a la obligación o la recomendación de paralizar las actividades pasó de 81 a 68 por ciento. La reducción se debe fundamentalmente a los cambios en China; en los demás países, las medidas de paralización han aumentado. En todo el mundo, más de 436 millones de empresas afrontan el grave riesgo de interrupción de la actividad. Se trata de empresas pertenecientes a los sectores más afectados de la economía. Esto incluye unas 232 millones pertenecientes al comercio mayorista y minorista, 111 millones a las manufacturas, 51 millones a los servicio de alojamiento y servicio de comida, y 42 millones al sector inmobiliario y otras actividades comerciales.

MEDIDAS URGENTES

La organización ha instado a adoptar medidas “urgentes, específicas y flexibles” para ayudar a los trabajadores y las empresas. En particular considera que deben orientarse “a las empresas más pequeñas, los trabajadores y trabajadoras de la economía informal y demás personas en situación de vulnerabilidad”.
Guy Ryder, director general de la organización, afirmó que “para millones de trabajadores, la ausencia de ingresos equivale a ausencia de alimentos, de seguridad y de futuro. Millones de empresas en el mundo están al borde del colapso. Carecen de ahorros y de acceso al crédito. Estos son los verdaderos rostros del mundo del trabajo. Si no se les ayuda ahora, sencillamente desaparecerán”.