Monitoreo, ante un riesgo con antecedentes

Cuando el mundo, la región y el país están en plena lucha para impedir el avance del COVID-19, y se está procurando contar con una vacuna lo antes posible, en nuestro subcontinente subsiste en forma endémica y/o oculta una zoonosis como la aftosa, que ha causado históricamente estragos en los rodeos y en las economías de los países productores. Claro ejemplo de lo que ocurre cuando se bajan los brazos y no se cumple con los protocolos sanitarios, por encima de fronteras.
Es inevitable un paralelo entre la problemática inherente a patologías cuando más allá de que ataquen al ser humano o a los animales –a veces a los dos, de una forma u otra– el agente causante no conoce fronteras y supera los obstáculos políticos y naturales para manifestarse más allá de las delimitaciones de países y regiones, y de ahí la facilidad en la transmisión y las consecuencias tan impactantes de su difusión.
Bueno, con antecedentes, en el caso de la aftosa, como la catástrofe económica del 2001, en estos días las “malas” nuevas para nosotros provienen de Brasil, país que comunicó que dejará de vacunarse contra la aftosa en el vecino estado de Río Grande del Sur, mientras que en nuestro país el próximo período de vacunación comenzará el 15 de mayo.
Brasil avanzó en su política de suspensión de la vacunación contra la fiebre aftosa y el 29 de abril el Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (MAPA) resolvió la prohibición de comercializar y aplicar la vacuna contra la aftosa en el bloque conformado por los estados de Acre, Rondonia y algunos municipios de Amazonas y Mato Grosso (noroeste de Brasil), pero añadió el estado de Rio Grande del Sur, que limita con Uruguay.
La resolución también establece que los animales vacunados a partir del 1º de mayo, serán detenidos por el Servicio Veterinario Oficial norteño y enviados a sacrificio.
A su vez el director general de Servicios Ganaderos del Uruguay, Dr. Eduardo Barre, al ser consultado al respecto, dijo que “Brasil ha hecho un cronograma de levantamiento de vacunación (contra la aftosa) por bloque y que Rio Grande del Sur (RS) entraba en el último bloque del levantamiento de la vacuna”, pero hubo “presiones de los productores” para que se reviera ese cronograma y poder levantar la vacunación antes de lo planificado.
El 29 de abril “Uruguay preguntó a Brasil cómo venía el levantamiento de la vacuna y contestaron que el cronograma lo iban a continuar”, comunicando que para RS “el último período de vacunación sería abril. Al otro día nos llega la información de la suspensión de la vacuna”, apuntó el jerarca.
Ahora los animales de Brasil están vacunados, tienen su inmunidad que va a ser precautoria por un año, cuando ya no los vacunen, aunque en ese estado brasileño hay una vacunación del 50%. “Eso quiere decir que si estamos haciendo estudios de inmunidad y circulación viral, si tenemos una cobertura del 50% podrían aparecer casos de fiebre aftosa, lo cual no ha ocurrido”, dijo Barre.
“Por lo tanto estamos tranquilos con lo que está pasando en RS; Uruguay sigue vacunando y pedimos a todos los productores la mayor precaución en la vacunación” que se viene y que en los próximos días será con los terneros.
En nuestro país y los demás países de la región, ante los estragos por el brote de aftosa en 2001, es absolutamente justificado que se mire con recelo y se siga de cerca esta situación, porque además ya se ha evaluado exhaustivamente el costo-beneficio de dejar de vacunar contra esta zoonosis, y hay prácticamente consenso entre gobernantes, técnicos y productores de que los beneficios serían muy relativos en comparación con los serios perjuicios que podrían devenir de nuevos brotes de la enfermedad.
Debe tenerse presente además que nuestro país hizo modificación del test serológico para poder cumplir con el mercado de China, ya que en el protocolo de este país asiático se nos pedía serología en cada embarque que va a frigorífico. “Nosotros cambiamos y tomamos área de 5 kilómetros de establecimiento. Chequeamos 1.400 establecimientos al año” lo que “excede bastante a lo que se nos pide pero nos da la tranquilidad que en Uruguay tanto en inmunidad como circulación viral estamos bien cubiertos”, subrayó el Dr. Barré, para dar una idea de la seriedad con que se toma el tema en nuestro país.
Y no es para menos, al punto que anunció que Uruguay va a monitorear las acciones de Brasil. “Ya hemos propuesto tener contacto con nuestros pares a nivel de frontera para ver cómo sigue”, agregó, sobre todo teniendo en cuenta que en febrero el director Barré había dicho que Uruguay no está preparado para levantar la vacunación.
Precisamente el jerarca dijo en la oportunidad que si no se vacuna se mejora el acceso a los mercados, pero esa mejora sería limitada y “hay que ver el contexto de Uruguay y en la región” y cómo influiría que en la región algún país pase a ser libre sin vacunación. “Hay que estudiarlo muy bien”, dijo y acotó que a su juicio nuestro país hoy no está preparado para levantar la vacunación.
Y como antecedente inmediato, tenemos que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), el Instituto Nacional de Carnes (INAC) y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), solicitaron a una firma independiente la realización de un estudio sobre las implicancias económicas, técnicas y de riesgo, de retirar la vacunación.
El documento, presentado a las autoridades en febrero, establece que actualmente el país destina U$S 36,9 millones en la estrategia de vacunación del rodeo vacuno, entre los costos del sector privado y público, donde la mitad de los mismos son atribuibles a la vacunación contra la aftosa.
Para este equipo de trabajo, la estrategia de retirar la vacunación en el país reduciría a U$S 18,8 millones los costos, pero crecería el riesgo de reintroducción, exposición y diseminación de la enfermedad.
Por su lado el titular del MGAP, Carlos María Uriarte, entiende que “Uruguay no tiene que dejar de vacunar, porque nos garantizamos de cualquier error que, por desgracia, los hemos vivido en el pasado y nos han costado carísimo”.
“Vacunando y haciendo lo que hacemos hoy somos los campeones del mundo por obtener el precio por nuestras carnes, entonces no deberíamos cambiar nada en ese sentido” remarcó Uriarte.
Estos elementos deberían bastar para compartir plenamente las reservas de Uruguay y otros países de la región para mantener los esquemas de vacunación, de forma de no asumir riesgos de perder de un plumazo el status sanitario y el escenario que ha costado tanto trabajo lograr en una región siempre complicada en esta problemática, y actualmente con brotes endémicos en países como Venezuela y Colombia.