La Fiscal de Delitos Sexuales, Violencia Doméstica y Violencia basada en Género de 4º Turno de Montevideo, Sylvia Lovesio, imputó a la mujer de 52 años de edad que alquilaba el local de whiskería “Las Vegas” de Guichón por el delito de trata de personas, y solicitó prisión preventiva de 180 días, plazo que entiende razonable para continuar con las investigaciones.
Paralelamente, al menos dos de ocho las mujeres extranjeras que trabajaban en el lugar, dijeron que no fueron secuestradas y que “ella, para nosotros, ha sido como una madre”.
La mujer que alquilaba el local de la whiskería, había sido formalizada en Paysandú por “tráfico ilícito de sustancias estupefacientes en la modalidad de negociación, en calidad de autora”, condenada a 16 meses de prisión a cumplirse bajo el régimen de libertad vigilada. Sin embargo, antes que llegara a Guichón fue detenida, esta vez bajo la sospecha de trata de personas.
Es que en su negocio había ocho mujeres de nacionalidades extranjeras: cubanas, dominicanas y venezolanas, que si bien ingresaron al país legalmente y están documentadas, se entiende posible que pudieran haber sido captadas por una red de explotación sexual.
El caso continúa siendo investigado bajo la Unidad de Delitos Especiales de Crimen Organizado, Interpol y la Fiscalía de Delitos Sexuales, y trascendió que podría haber otros procedimientos y detenciones en otros departamentos del país, de acuerdo a las investigaciones desarrolladas.
Todo comenzó cuando el lunes pasado la Policía sanducera continuó con la Operación “Resurgir”, que había permitido detener a dos hombres y una mujer el pasado 3 de junio, cuando la pareja llevaban drogas a Guichón y el otro hombre era el proveedor. En el mismo operativo de la Brigada Departamental Antidrogas -donde también participaron efectivos de Interpol- se efectuaron varios allanamientos en Guichón, donde además de incautar sustancias estupefacientes, se encontraron a estas ocho mujeres, que determinaron el segundo hecho aparentemente delictivo.
“NO NOS EXPLOTA”, DICEN LAS MUJERES
“Estamos ahí porque queremos” y “nos tiene como reinas”, dijeron las mujeres extranjeras que defienden a dueña de whiskería y niegan que sean objeto de explotación. Las mujeres afirmaron que la propietaria del local las ayuda, las cuida y que las trata como parte de su familia. “Ha sido como una madre”, aseguraron en entrevista con Subrayado.
Dos de las extranjeras que residían en la whiskería de Guichón, que es investigada por trata y explotación sexual, niegan ser víctimas de una red y afirman que estaban allí por su propia voluntad. “Miriam, a nosotros no nos tiene ni secuestradas, ni obligadas, ni nos explota sexualmente. Todas estamos ahí porque queremos estar”, afirmó una de las mujeres.
Aseguró que llegaron a Uruguay con expectativas, buscando una mejor calidad de vida, pero la realidad fue otra, “remotamente nada de lo que nos pintan”, y “no nos queda de otra que meternos a prostituta” para pagar sus cuentas y para el sustento de sus familias.
“Miriam, con nosotros, ha sido muy buena. Realmente no tenemos ningún tipo de queja sobre ella (…) Nosotras estamos ahí, porque queremos estar”, reiteró.
Las mujeres sostienen que la dueña de la whiskería las ayuda, las cuida y las trata como parte de su familia. “Ella, para nosotros, ha sido como una madre”, dijeron al canal.
Frente al juzgado montevideano había algunas mujeres portando carteles en defensa de la mujer, señalando “Miriam, contigo no hay trata, no hay explotación. Eso es falso, libertad para Miriam”.