Julio Logiurato: “Pedimos seguridad desde el primer momento”

Las llamas consumieron absolutamente todos los materiales de atletismo.

“No quedó nada. Eso fue maldad absoluta. No voy a decir que fue con qué intencionalidad, pero que fue con intencionalidad, no hay duda”, lamentó el director de Deportes de la Intendencia, Julio Logiurato, al hacer referencia al incendio del container que contenía material de la Escuela Departamental de Atletismo, en Nuevo Paysandú.
La realidad es que las llamas consumieron absolutamente todo lo que albergaba el contenedor.
“No había instalación eléctrica, era el depósito con los materiales de la Escuela de Atletismo que funciona en Nuevo Paysandú. Ahí había garrochas, martillos, colchonetas… Todo material de buena calidad”, agregó. Y sumó que “es una escuela que ha trabajado bien, el profesor Gustavo Lancieri se mata trabajando y pone mucho. Su esfuerzo no está solo en las horas de trabajo, porque ha puesto hasta dinero de su bolsillo para que esto funcione”.
Mucho del material que se perdió, fue justamente comprado por Lancieri, que estaba “desconsolado”.
Ahora, el único objetivo es “tratar de revertir esto, y hacer de ese lugar un lugar mejor”, dijo Logiurato, quien afirmó que “una inversión como la que está ahí, con la cancha sintética y demás… hacerlo es fácil, pero lo complicado es el mantenimiento. Habrá que ver cómo salimos de esta situación, cambiar y tomar algunas medidas”.
Al ser consultado sobre por qué no había seguridad en el lugar, Logiurato confesó: “nosotros pedimos seguridad desde el primer momento”. Y tiró: “el día que se estaba inaugurando la cancha, te juro que no me daban ganas de irme. Porque era irse y dejar eso solo, sin nada. Pasó ahora, pero pudo haber pasado antes”:
Tras la finalización del inventario “con todo lo que se perdió”, se realizará “la denuncia y todo se pondrá a disposición de la fiscalía, porque queremos ir con algún aporte”, dijo.
Y confirmó que se perdieron unos 300 mil pesos en materiales debido al fuego dentro de ese contenedor que cobijaba, sin instalación eléctrica, valioso material de trabajo más allá del aspecto económico.