Más de ochenta personas reciben tratamiento de diálisis en Paysandú

Sala de Diálisis de Comepa.

Hace 75 años surgió la diálisis, tecnología que permitió que millones de personas en todo el mundo hayan logrado salvar sus vidas. En el Centro de Diálisis de Comepa se atienden en la actualidad 85 pacientes crónicos de Paysandú y Río Negro, según se desprende de la información oficial aportada a EL TELEGRAFO.
El director del Hospital Escuela del Litoral, Dr. Gustavo Curbelo, indicó que “son 47 pacientes en diálisis crónica usuarios de ASSE Paysandú que se atienden en el centro de diálisis que funciona en Comepa”. A su vez la directora Técnica de Comepa, Carla Belotti, informó que se dializan en forma crónica 20 usuarios de Comepa (Paysandú) y 9 usuarios provenientes de Young, totalizando así los 85 pacientes que asisten tres veces a la semana al Centro de Diálisis de la mutualista.
Al mismo tiempo, la profesional detalló que este centro cuenta con 17 equipos de diálisis crónico, en tanto el personal está integrado de la siguiente forma: director técnico del Servicio, 5 nefrólogos, un siquiatra consultante, 4 licenciadas en Enfermería, 22 auxiliares de Enfermería que trabajan 15 de técnicos y 7 ayudantes de reprocesamiento de capilares, 10 auxiliares de Servicio, una dietista, una sicóloga, un asistente social, 4 tizaneros y 1 técnico de los equipos y tratamiento de agua.

ORIGEN DE LA DIÁLISIS

El Dr. Willem Johan Kolff (1911-2009) inventó una máquina que permite limpiar la sangre de toxinas ofreciendo así una opción a quienes padecían fallo renal, considerada hasta ese momento como una sentencia de muerte, destaca un artículo de la edición digital “edición médica”. Pese al tiempo transcurrido, la tecnología aún no llega a todo el mundo.
La publicación aclara que aunque la tecnología que se esconde detrás de este riñón artificial se debe sobre todo al médico holandés Kolff, previamente el alemán Georg Haas (1886-1971) ya había investigado sobre la limpieza de la sangre.
Una de las mayores motivaciones de Kolff para la invención fue la compasión, pues de joven ya había presenciado la muerte de enfermos renales sin que pudiera ayudarles. El 4 de abril de 1943 utilizó por primera vez su riñón artificial y pese a sufrir varios fracasos, dos años después logró salvar a una mujer.Según asegura el presidente de la Sociedad Alemana de Nefrología, Andreas Kribben, la mayoría de las personas morirían en cuatro semanas sin la diálisis al sufrir un fallo renal, pues al fallar los riñones, se envenena todo el cuerpo. El experto sostiene, asimismo, que los riñones son los únicos órganos que se pueden sustituir temporalmente por una máquina.
De acuerdo a esta publicación, en todo el mundo viven alrededor de dos millones de personas con diálisis, pero éstas son solo el diez por ciento de todas las que necesitan el tratamiento. Lamentablemente, en muchos países en desarrollo y emergentes una enfermedad renal sigue significando actualmente la muerte.Los avances técnicos “han posibilitado que la diálisis sea más segura, eficiente y al mismo tiempo más cuidadosa”, describe Kribben.
Normalmente la diálisis se tiene que repetir tres veces por semana y permite a las personas con insuficiencia renal vivir durante años e incluso décadas. Hay personas que vivieron más de 40 años con diálisis, cuenta Kribben.De acuerdo a esta publicación, la esperanza de vida de un paciente con insuficiencia renal aumenta notablemente al recibir un trasplante y, según los últimos datos del Registro Mundial de Trasplantes, en 2016 se realizaron en todo el mundo 84.347 trasplantes de riñón.