Fernando Muslera fue operado en la mañana de ayer tras haber sufrido el fin de semana una fractura de tibia y peroné, durante el partido en el que el Galatasaray venció 2 a 0 de visita al Rizespor en el reinicio de las Superliga turca.
“Miré la jugada y he tenido miles de choques de ese estilo. Justo la rodilla de él (el rival) estaba apoyada en el piso y fue la que me terminó lastimando, pero sin intención de lastimar”, dijo el arquero a EL Espectador.
“La pierna izquierda de él impactó sobre la derecha mía. Él quiso definir lo más rápido posible cuando yo salí a achicarle, pero no logró el apoyo en el pie izquierdo y cayó. Lamentablemente pasó lo que pasó”, añadió Muslera, quien cree que con las reglas previas a la llegada del VAR la jugada ni siquiera se hubiera dado.
“Lo peor es que la jugada había sido offside. Sin esta nueva ley de que se tiene que terminar la jugada y si el línea levantaba la bandera, todo hubiese cambiado”, comentó el capitán del Galatasaray, quien tendrá una semana de yeso “y después una bota especial” para iniciar el período de recuperación.
El doctor Yener Ince, jefe de la sanidad del Galatasaray, aseguró que “la expectativa es que regrese en seis meses, pero no es correcto poner una fecha”.
Tras la operación, Muslera recibió la visita de su esposa, Patricia Callero, y del entrenador del Galatasaray, Fatih Terim, con quienes celebró su cumpleaños.
¿Cómo está anímicamente Muslera? Lo dejó en claro el entrenador de goleros de la selección uruguaya, Celso Otero: “Lo que noté de Fernando fue una serenidad y templanza que me llamó la atención en cuanto a aceptar y comenzar, desde el punto de vista psicológico, una reacción que sea favorable a salir hacia donde le den una solución”.