El clásico y la otra cara de la vuelta del fútbol

La nueva normalidad del fútbol uruguayo se puso en marcha, y el clásico cerró al primera experiencia del fútbol inmerso en un protocolo sanitario.
El Estadio Centenario lució sin público como el resto de las canchas el fin de semana, pero no dejó de ser raro ver a los jugadores y a los árbitros ingresando a la cancha para reconocer el terreno con tapabocas o a los pocos alcanzapelotas autorizados desinfectar la pelota cada vez que se fue afuera del terreno.

Puro humo

Nacional ingresó en medio de humo rojo, blanco y azul y pirotecnia, algo que fue autorizado por las autoridades. En la Tribuna Olímpica lució la leyenda “Decano 1 Solo” con los colores tricolores, mientras que en la Colombes se instalaron las anunciadas lonas con las caras de hinchas que colaboraron con la compra de una entrada virtual.
Cuando ingresó Peñarol, el humo amarillo y negro surgió desde la Ámsterdam. Entre el humo y la niebla, fue casi imposible poder ver algo durante buena parte del partido.

Justicia

Los árbitros pidieron en todos los partidos “Justicia para Andrés”, con una pancarta que lució esta leyenda, haciendo alusión al asesinato del colegiado Andrés Pollero.

Estrenó vestuario

El vestuario locatario del Estadio Centenario luce a nuevo y de nivel internacional tras haber sido remodelado. Nacional lo estrenó ayer.

Sin conferencia

Pese a que la AUF había pedido a Tenfield instrumentar la conferencia de prensa de manera virtual, con los periodistas trabajando a través de Zoom, los gremios de los jugadores y los entrenadores no se prestaron para la situación en virtud del reclamo por el derecho de imagen, y decidieron no presentarse.

Todo seguro

El operativo policial llevado adelante para el partido, fue un éxito y nadie se acercó al Estadio Centenario.
Según trascendió, fueron detenidas cinco personas: cuatro por tenencia de drogas, bebidas alcohólicas, armas blancas y pirotecnia, y el restante por encontrarse requerido por la Justicia.

No fue el primero

El clásico de ayer no fue el primero en el que se jugó son público. En 1934 se enfrentaron Nacional y Peñarol el 27 de mayo, pero el partido fue suspendido a los 70 minutos. Se retomó el 25 de agosto de aquel año, a puertas cerradas.