Alrededor de 24 niños concurren semanalmente a sesiones de equinoterapia, que siguen desarrollándose en el predio adjunto a la sede del Batallón, en Bulevar Artigas, aunque hubo un paréntesis presencial los primeros meses de pandemia.
La actividad en el Centro de Equinoterapia número 18 del Centro Nacional de Fomento de la Rehabilitación Ecuestre (Cenafre), que funciona en el Batallón de Infantería Mecanizado Nº 8 general Leandro Gómez, “se sigue desarrollando, cuando recién empezó la pandemia estuvo cortada, pero igual se trató de continuar el contacto por Zoom y ahora de a poco los chiquitos están retomando las clases con los profesionales”, dijo a EL TELEGRAFO el teniente coronel Gustavo Negrín.
Detalló que “vienen dos o tres días a la semana, la profesora les marca los días de clase y hay buena concurrencia”, y en cuanto a la cantidad de caballos que tienen para la terapia, dijo que “estamos bastante bien, tenemos tres caballos. Uno es el más conocido y el principal para la terapia, el ‘Coco’, y los otros ya no se utilizan tanto, los estamos jubilando y quedan en el predio”. No obstante, afirmó que “sería bueno tener otro más. Estuve haciendo algunas gestiones para conseguir alguno, porque no son todos los caballos que sirven para esta tarea. Es un caballo con un adiestramiento especial, hay que estudiarlo bien porque trabajan con niños chiquitos. Estamos en esa, de buscar otro caballo que nos pueda apoyar”. Sobre si el entrenamiento al caballo lo hacen en el propio batallón, afirmó que “lo hacemos acá, tenemos gente que nos ayuda”.
La equinoterapia es un tratamiento específico con caballos que permite rehabilitar a personas con discapacidades físicas y mentales. Los técnicos establecen varios beneficios de esta práctica, como que la temperatura más alta del caballo –39 grados– permite distender los músculos del cuerpo humano, que tiene una media de 36,6 grados.
Otra característica es el tipo de movimiento del cuerpo del equino al caminar, con su caraterístico balanceo, lo que se vincula también a la forma de caminar de las personas y permite aumentar la movilidad en las extremidades, y ese mismo ritmo se parece al ritmo cardíaco del ser humano, y al trabajar casi al unísono tiene una acción tranquilizante y también activa el sistema neuronal.
