El primer embarque de azúcar de la nueva temporada de trabajo de Azucarlito llegó el jueves al puerto de Paysandú. Viene de Argentina porque “tuvo menos oferta exportable de crudo, y no habíamos concretado ninguna operación hasta el momento. Por lo tanto, para ir cubriendo las necesidades, desde junio llevamos importados 18.000 toneladas de crudos brasileros que llegaron en camiones a Paysandú”.
“Y este nuevo embarque que llegó el jueves 19 al puerto con 4.470 toneladas de crudos argentinos de la zafra 2020, que se cargaron en el puerto de Rosario”. Además, vendrá otro embarque de 3.200 toneladas para el mes que viene.
“El año pasado el cien por ciento de nuestras necesidades las embarcamos por la hidrovía y fue de 45.000 toneladas de crudos argentinos. El último de los embarques de la zafra pasada llegó los primeros días de enero”. Fraschini dijo que “esta compra de 7.670 toneladas es la única que se concretó para esta temporada, y continuamos refinando unas 8.000 toneladas con azúcar brasileña que teníamos en los depósitos más este embarque que acaba de llegar”, y agregó que “este proceso de refinado implica unos 20 días de trabajo, a razón de 400 toneladas por día”.
Sobre cuánto tiempo de ventas cubre esta producción, dijo que “aproximadamente por dos meses y medio, las ventas hasta enero. Y estaremos refinando nuevamente en febrero, con el crudo que llegue en diciembre y algo más que vamos a embarcar de Argentina si aparece, o en camiones de Brasil”.
NO BAJÓ EL CONSUMO DE AZÚCAR
Consultado sobre si hubo variante en el consumo de azúcar durante los últimos meses, el empresario dijo que “felizmente no, la pandemia no tuvo consecuencias en el consumo de azúcar. Las ventas de Azucarlito se han mantenido estables, y tal vez con un pequeño corrimiento de la industria al consumo doméstico, es decir, vendimos un poco más de azúcar para consumo doméstico, y un poco menos para la industria, pero en suma vendimos un promedio de tres mil toneladas mensuales que es el mismo que se registraba antes de la pandemia. Para nosotros la pandemia no tuvo impacto, no mandamos a ninguna persona al seguro de paro en todo el período, y seguimos trabajando con la normalidad de siempre”.
En cuanto a si la calidad del azúcar brasilero es diferente que el producido en Argentina, Fraschini dijo que son muy parecidos. Los crudos de Argentina han mejorado en los últimos años, y se han puesto a la par de los brasileños. Y eso es producto de que los ingenios argentinos, al igual que hace años lo tienen los brasileños, han incorporado el proceso de destilación de alcohol en paralelo a la planta de azúcar. Y eso permite que el azúcar mejore la calidad, porque las impurezas del azúcar se pueden destinar a la producción de alcohol, que como es un proceso de fermentación; permite incorporar todo lo que no es bueno para la calidad del azúcar, y de esta manera, cuando una fábrica de azúcar tiene una destilería de alcohol acoplada, termina produciendo una mejor calidad”. Agregó que “eso se dio en los últimos años en Argentina, e hizo mejorar la calidad de los crudos de ese origen”.
En relación a los precios de ambos países, Fraschini recordó que “Brasil es el mayor productor y exportador de azúcar del mundo con 30 millones de toneladas de azúcar y exporta 20 millones, mientras que Argentina es un productor de mucho menos escala con dos millones de toneladas de azúcar y consume 1,6 millones, y exporta 400.000 toneladas en todos los formatos: azúcar blanca, rubia, orgánica y cruda. Y no siempre tiene disponibilidad”.
Por eso, “Azucarlito basa su abastecimiento en crudos brasileros, y cuando aparecen como una oportunidad, compramos de Argentina porque es más cerca y abarata el flete. Pero no siempre podemos contar con eso, es un suministro más errático”.
SIGUEN CRECIENDO LAS VENTAS
En las ventas, “seguimos creciendo y consolidando nuestra participación, sobre todo crecimos mucho el año pasado. Estamos en el eje del 40% del total de azúcar del Uruguay”, aunque reconoció que “es dura la pelea de sobrevivir con una industria que agrega valor a un commodity como el azúcar, estando al lado de Brasil”.
No obstante, la competencia que había de azúcar que ingresó cuando el precio internacional y alguna tasa bajaron, es menor, y “seguimos teniendo como principal competidor el azúcar que se trae ya refinado a la industria, y con certificado industrial del LATU; cualquier industria puede importar azúcar sin aranceles. El año pasado había una tasa consular como única barrera de entrada para la importada del 5%, y el gobierno la redujo en setiembre del año pasado a 3%, igualando la tasa consular del crudo. Y ese 2% era una pequeña ventaja que tenía la industria nacional, pero se eliminó y estamos más desprotegidos”. La industria nacional también utiliza el azúcar líquido que produce el ingenio azucarero sanducero, y “sigue siendo un motivo de satisfacción porque ha seguido creciendo y se va consolidando como un formato de azúcar muy amigable para las industrias alimenticias, especialmente de las bebidas gaseosas y los jugos”.
