Con plantel de emergencia Uruguay mejoró su performance en el sudamericano de waterpolo

El plantel que representó a Uruguay en el Sudamericano Femenino de Walterpolo de mayores en Argentina.

Varias sanduceras integraron el plantel con el que Uruguay participó en el reciente Campeonato Sudamericano de Waterpolo celebrado del 22 al 28 de marzo.

en la rama femenina, en el marco del particular contexto de pandemia que lo rodeó. La capitana de ese equipo, la sanducera Valeria Bianchini, relató a EL TELEGRAFO la experiencia de su tercer torneo de este tipo y el segundo en el que le toca esa responsabilidad.

Comparado, dijo, “cambió y no cambió tanto”, en el sentido de que había una serie de pautas protocolares que no se terminaron de cumplir en la forma que estaba prevista. “Iba a haber un protocolo que nos asustaron, nos hicieron leerlo, toda una charla fue: un ómnibus para uso exclusivamente de Uruguay, masculino y femenino, pero solamente lo iba a usar Uruguay, no íbamos a compartir, como normalmente estamos, todas las delegaciones en un mismo hotel, y nos vamos los dos planteles que juegan juntos. Supuestamente eso no iba a pasar, Uruguay iba a estar en un solo piso, en caso que necesitara 2, dos pisos, pero solamente gente de Uruguay”, dijo.

También estaba estipulado que habrían “horarios para comer, donde cada delegación iba y si no ibas dentro de tu horario no ibas a poder comer, o no en el comedor del hotel al menos; obviamente supuestamente no se podía salir del hotel para nada, sí podías hacer pedidos. De todo eso, nada. Uruguay sí lo respetó, porque nos advirtieron que podía haber hasta sanciones penales, y nosotras mirábamos y Brasil salía, había gente que salía”.

Esto tuvo consecuencias. “Así fue que volvimos, de las 15 personas que formamos el plantel femenino de Uruguay, 13 teníamos COVID. Cinco se tuvieron que quedar en Argentina porque dieron positivo allá, en ese hisopado que necesitábamos que nos diera negativo a todas para volver”.

Esas cinco jugadoras solamente regresaron tras un test de antígenos que indicó que ya no contagiaban.

Tampoco podían estar en las instalaciones antes del horario estipulado. “No podíamos ver otros partidos, que es como el entretenimiento que tenés. Jugás tus partidos pero no podés ver tus rivales, más que un pedacito, cuando llegábamos y estaban jugando. Pensaba que íbamos a tener televisión con esa transmisión gratis en el hotel, y no teníamos. Estábamos todo el tiempo consiguiendo para ver, pero todo el tiempo se nos trancaba”, relató.

De todos modos, no duda en afirmar que volvería a hacerlo. “Por más que haya otra pandemia, yo iría de nuevo, por más que vuelva con COVID o lo que sea, vuelvo a ir. Porque siempre es positivo”.

COMPETENCIA

En la parte deportiva, “nos fue súper bien”, evaluó Bianchini, considerando que se daban muchas ventajas. “De las tres veces que fue Uruguay, esta vez ni siquiera fue una selección, fueron 13 personas que se animaron y dieron el sí, porque incluso una compañera hacía cinco meses que jugaba waterpolo y si no iba teníamos que ir con 12, no completábamos el plantel”. Muchas de las jugadoras montevideanas no quisieron concurrir y hubo quienes se sumaron a último momento para poder completar. La capitana señaló que “dimos que hablar por el juego defensivo y por la conformación del plantel, con una jugadora de 13 años, dos de 15 y una de 17”. Esto es importante para la evolución del deporte, dijo, considerando que “algunas de las más chicas empezaron al mismo tiempo que yo, entonces con mucho menos edad tienen los mismos años de experiencia”. Y también un sudamericano a cuestas.

Así y todo mejoramos todos los resultados que habíamos tenido en sudamericanos anteriores, en cuanto al goleo que nos hacían otras selecciones como Brasil y Argentina, que entrás sabiendo que vas a perder”. El objetivo fue tratar de “minimizar sus goles y nosotras tratar de hacer algo en ataque”. Ese objetivo se logró, e incluso contra Colombia se empezó ganando.

Jugamos con algunos equipos que tienen nivel profesional, no solo en Sudamérica, y tenemos mucho para mejorar. Supuestamente el año que viene tendría que haber otro Sudamericano y veníamos con la idea de seguir entrenando”, pero cuando llegaron a Uruguay, aparte de la cuarentena por su enfermedad, se empezó a aplicar el “blindaje” de abril.

VENTAJAS

En 2019 con su equipo sanducero participó en varios partidos en Argentina y siempre que llegaban había antes partidos de formativas, algo que en Uruguay parece hoy muy lejano por la falta de apoyo desde la Federación y del ámbito estatal. “La forma de jugar y mejorar es ir a jugar a Argentina, acá en Uruguay no pasás por una piscina abierta y ves que haya gente jugando waterpolo: hay piscinas pero solo para natación, solo mariposa, espalda, pecho y crol”, lamentó. Entonces las jugadoras (también pasa en la rama masculina) se encuentran con la disciplina ya mayores, y empiezan dando ventaja.

La enfermedad todas la superaron sin más que síntomas leves. “Ahora estamos esperando que se vuelvan a habilitar los gimnasios, al menos la parte de tierra, a ver si podemos empezar a volver”, dijo.