Nacional se coronó campeón uruguayo luego de superar una temporada deportiva complicada, por la que pasaron incluso tres entrenadores en una temporada rara para el campeón.
A Gustavo Munúa se le planteó que el objetivo para la temporada sería promover la participación de los juveniles de la casa. Pero el hecho de que se perdiera la final del Apertura ante Rentistas llevó a que lo cesaran.
A Jorge Giordano, que dirigió en el Intermedio con título de por medio, y fue confirmado para el Clausura, se lo cesó tras la goleada sufrida ante Liverpool, cuando faltaba nada para terminar la temporada. Y Martín Ligüera, que subió de la Tercera para dar una mano, selló el título jugando con un equipo juvenil, aunque con las manos de Rochet y los goles de Bergessio como clave.
Así, los dirigentes tricolores bien pueden decir que se cambiaron los entrenadores pero el proceso se mantuvo intacto.
Y aparece esa pregunta que todos se hacen: ¿los resultados matan procesos? ¿O matan técnicos?
Más allá de que en el fútbol de entrecasa las cosas son diferentes (o no mucho), tres entrenadores sanduceros fueron consultados al respecto: Álvaro Ilaharregui, Martín Parodi y Cristian Murieda.
La presión del resultado
“El resultado mata a los técnicos, si no está avalado el proceso por parte de los dirigentes. Hoy, creo que Torque ha hecho un proceso y se están viendo los resultados. El equipo subió, bajó, volvió a subir y mantuvo un proceso y al técnico. Rentistas mismo tenía ocho o nueve juveniles dentro del plantel que jugó la final. Por más que le fue mal en el segundo semestre, avaló el proceso de juveniles”, dijo Ilaharregui al respecto.
Para el exentrenador de la selección Sub 17 de Paysandú, “los procesos en sus tiempos y formas dan resultado. El tema es dónde estás: Peñarol o Nacional precisan resultados de manera permanente y si no se sale campeón parece que no cumplió el objetivo. Nacional terminó jugando con juveniles y un técnico que conocía a los jugadores de años anteriores”.
Y sumó que “el proceso está en que de inferiores lleguen a Primera, pero hay que esperar a los jugadores y los dirigentes, por también la presión de la hinchada, no están dispuestos a esperar ese proceso”.
No importa más nada
Martín Parodi la tiene clara: “El fútbol es resultado. Después, no importa más nada”.
El DT planteó que “a Munúa le dijeron que iban a tratar de sacar juveniles y no lo aguantaron porque el resultado”, y remarcó que el tricolor “ganó gran parte de la anual y el Intermedio con un plantel con otros jugadores experientes, y después mantuvo la anual y agarró a Rentistas, que de 10 partidos le iba a ganar uno”.
Parodi dejó en claro que “en lo personal quiero jugar con juveniles y algunos referentes, pero en Nacional y Peñarol el resultado está por sobre todas las cosas, y están sobre el proceso y sobre el técnico. Es difícil aguantar porque el hincha quiere resultados. Pasó con Munúa, pasó con Giordano, y venían de un proceso de querer sacar juveniles, y se han sacado”.
El “Ñato” recordó que Nacional “terminó jugando con jugadores de la cantera pero definiendo en dos partidos”, remarcando que “la estadística te dice que con los gurises ganás partidos pero no campeonatos”.
El entrenador afirmó que “tiene que ir de la mano el resultado y el proyecto, porque si sos campeón y no subiste juveniles..”. Y remató: “No es lo que yo quiero, pero el fútbol es resultado. Son muy pocos los dirigentes que te aguantan”.
El único proceso
Christian Murieda, entrenador del Bella Vista campeón de la Copa Nacional de Clubes, opinó que “el resultado está matando al técnico”, y que eso lleva a se cambie “una idea institucional”.
“A Munúa no le fue mal, pero hay que ver cuál fue el proceso que lo llevó a trabajar en Nacional”, destacó, y sumó que muchas veces el entrenador no puede llevar adelante el trabajo ideado.
“Hoy el gerente deportivo te elige los jugadores que tenés que dirigir. No hay sentido común, porque el que tiene que armar el equipo es el entrenador”.
Confirmando que los resultados están por encima de cualquier proceso, se trasladó un instante al ámbito doméstico.
Y fue clarísimo: “A mi lo que me defendió en Bella Vista fue el batacazo de la Copa OFI. De lo contrario, después me hubieran despedido”, al no lograr títulos.
Y después cruzó fronteras. “Te dicen que tenés que sacar cinco jugadores por año, pero luego no se respeta el proceso. En toda Sudamérica el único proceso que se ha respetado es el de Gallardo en River Plate. El técnico lidera un proceso con la misma forma de juego en todas las categorías, es la cabeza de grupo, y no manda ningún dirigente.
Y Gallardo ha ganado muchas cosas, pero no ha ganado todo. Lo que lo caracteriza es su proceso, más allá de los resultados. Porque la idea es sacar jugadores, y pensó en todo un proceso, que se lo respetaron. Al punto que River hace cinco años estaba fundido, y hoy se habla del problema que tendrá River si Gallardo se va”, recopiló.
Y cerró: “¿Proceso? Yo, si fuera dirigente, lo bancaría”.