La Dirección General de Tránsito y Transporte de la comuna de Canelones realiza un trabajo de compactación y destrucción de vehículos que se encontraban incautados en un depósito. Estos vehículos, luego de ser declarados chatarra por estar inhabilitados para la circulación en la vía pública y de pasar por este proceso de compactación, son enviados a fundición. En total son unas 900 motos las que, después de ser incautadas en operativos especiales –por ejemplo, las picadas– o durante el trabajo rutinario de fiscalización y contralor realizado por el cuerpo inspectivo de la Intendencia de Canelones, fueron directo a su destrucción.
“El principal objetivo de la Intendencia es sacar estos vehículos de circulación y lo que se recibe de dinero es muy poco, pero se invierte en ingeniería vial, es decir, en educación, en cartelería, para de esa manera seguir incrementando la educación vial”, manifestó al semanario Actualidad de Las Piedras el director de Tránsito y Transporte Alejandro Alberro.
Explicó el jerarca que se separa, por un lado, el caucho de las ruedas de los vehículos y, por otro lado, el metal. El primero se envía a una empresa del interior que, luego de un proceso de reciclado, lo usa como material para la fabricación de asfalto, y el segundo es lo que efectivamente se compacta y más tarde se funde.