Intendencia firmó ventajoso convenio con Ancap; la reconoce como “gran consumidor”

El intendente Nicolás Olivera logró descuentos en gasoil, lubricantes, asfaltos y cemento Portland con Ancap. También dejará de pagar por el Sisconve.

La Intendencia de Paysandú firmó en la víspera un ventajoso convenio con Ancap, que la convierte “en la primera intendencia del país –probablemente en la historia de Ancap– en firmar un acuerdo en estas condiciones”, dijo el intendente Nicolás Olivera, aludiendo a que se logró que la empresa pública considerara a la intendencia sanducera como “gran consumidor” y en base a ello establecer descuentos.
Se logró un descuento del 40% del precio de gasoil sobre el margen de los estacioneros (este puede variar de acuerdo al sello, pero se ubica alrededor del 8%; sobre ese porcentaje se calcula la reducción del costo). La intendencia actualmente consume unos 100.000 litros de gasoil por mes. El combustible se deberá entregar en la intendencia en el caso de Paysandú y en los municipios de todo el interior del departamento. “Hasta ahora el combustible lo lleva la intendencia a los municipios”, dijo Olivera.
También se logró un descuento en el precio de los lubricantes del 38%, el 15% en asfaltos y el 20% en cemento portland.
Pero además, “seguramente no se cobrará más por el Sisconve, el sistema de control vehicular de Ancap, que es muy efectivo y permite también la georeferenciación de los vehículos”. Cuando Nicolás Olivera asumió la Intendencia, Ancap cobraba por vehículo y por mes diez dólares para el uso del Sisconve. Tomando en cuenta que la intendencia tiene 270 vehículos dentro del sistema se pagaban 2.700 dólares por mes, 32.400 por año. “Pero la idea de Ancap era cobrar lo que ellos creen es el valor real, de alrededor de 30 dólares por vehículo y por mes”, lo que elevaría el costo a 8.100 dólares por mes, 97.200 por año.
“Fue ahí cuando comenzamos una negociación, cada parte defendiendo sus intereses, pero realmente debo agradecer al Directorio de Ancap por entender nuestra posición, por otorgarle a la intendencia un trato de lo que es; un gran consumidor. Este convenio firmado (por él y por el secretario general Fermín Farinha) supone un cambio sustancial en la ecuación de costo-beneficio”.
Además, la intendencia sanducera podrá “adquirir un subproducto de la cantera del Queguay, que es el cuarzo que queda después de extraer la caliza, que no utiliza Ancap pero será de gran utilidad a la intendencia en vialidad, tanto urbana como rural”.
Probablemente “no significará directamente un ahorro en dinero, pero nos va a permitir consumir más con los mismos recursos, teniendo en cuenta la próxima compra de 40 maquinarias y que la prioridad que nos hemos fijado es la vialidad urbana y rural. De hecho, en estos meses de gestión duplicamos la cantidad de asfalto utilizado, tomando como base los últimos meses de la Administración anterior”.
“Lo que hemos detectado en la intendencia –aseguró Olivera– es que estaba implantado el criterio de que como es público ‘dale que es tarde’, pagando lo que sea, total es plata pública. Por el contrario, estoy teniendo negociaciones con empresas grandes y hasta con empresas chicas, con talleres, peleando el peso de la intendencia y las condiciones en que recibe bienes y servicios. Hay que hacer valer la capacidad de compra, porque esto se traducirá en que podamos comprar más bienes de primera necesidad. Eso es esencial”.
“Por eso es que las medidas de arranque de gestión sonaron poco simpáticas, pero se está viendo el resultado en la calle, porque se traducen en obras que la gente históricamente reclamaba y lamentablemente hasta ahora no habían sido prioritarias”, concluyó Nicolás Olivera.