No hubo sorpresas. Peñarol quiso, hizo un enorme partido, pero estaba claro que para poder festejar el título de la Superliga Americana de Rugby hacía falta no solo disputar un partido perfecto, sino que el rival tuviera fallas.
La primera de las cosas estuvo cerca, pero no la segunda y los argentinos de Jaguares XV se quedaron con el título de la Superliga, de manera invicta, al imponerse ante los carboneros en el Estadio Charrúa por 36 a 28.
El encuentro fue parejo. Quizás hasta más de lo que podía esperarse en la previa, pero los carboneros dejaron en claro desde el comienzo que iban a dar batalla.
Jaguares XV y Peñarol se mostraron firmes en defensa en el arranque del cotejo, al punto que hubo que esperar a que transcurrieran los primeros 23 minutos de partido para que llegara el primer try.
Tomás Cubilla recibió de Lautaro Bavaro y apoyó para la franquicia argentina.
Minutos más tarde, el conjunto dirigido por Ignacio Fernández Lobbe aumentó la distancia en el marcador. Juan Bautista Daireaux rompió a toda velocidad y llegó al ingoal para el segundo try.
Ya en el complemento, Jaguares XV golpeó de entrada: a los 49 minutos, tras una jugada fenomenal de Sebastián Cancelliere, Cubilla anotó su segunda conquista en el encuentro. Pero cuando todo parecía comenzar a liquidarse, Peñarol se despertó y se puso a dos unidades con dos tries: Amaya a los 54 minutos, y Vilaseca a los 64’.
A 10 minutos del cierre, el equipo argentino sumó siete unidades con un try penal y se distanció en el marcador. Finalmente, Cubilla apoyó su hat-trick y decretó el triunfo para Jaguares XV, no antes de que Peñarol llegue a un nuevo try.
Lo del carbonero fue más que meritorio, pero no pudo quebrar a un equipo con buenas figuras, buen juego y que fue favorito desde el principio, lo que confirmó a lo largo de todo el torneo, para a la postre ganar todos los partidos que disputó.
La Superliga Americana de Rugby contó con la participación de seis equipos, que disputaron una primera rueda en Chile, donde se estableció una burbuja sanitaria exitosa, que luego se trasladó a Montevideo para jugar la segunda rueda, semifinales y el partido por el título.
Jaguares y Peñarol fueron primeros y segundos, respectivamente, en la fase regular. Y definieron el título.
