“#Paysandú unido se mueve en caravana. La actividad física es esencial”, Bajo está consigna se está convocando para este lunes 10 de mayo, a las 19 horas, a una movilización que tiene por objetivo sensibilizar sobre la necesidad de reabrir los gimnasios y otros centros de actividad física, como escuelas de danza y academias de artes marciales.
La declaración que han emitido con motivo de esta movilización indica: “los centros de actividad física y gimnasios, invitan a socios de nuestras instituciones y al publico en general a marchar en caravana de vehículos (conservando nuestra burbuja)”. La convocatoria señala que la caravana partirá desde la zona del Trébol (intersección de las rutas 3 y 90).
“Los organizadores exhortan a cumplir medidas sanitarias, como uso de tapaboca y no descender de sus vehículos, respetando normas civiles y de tránsito”, expresaron.
BENEFICIOS
Al respecto Ignacio Saralegui indicó a EL TELEGRAFO que esta movilización tiene en su proclama dos reivindicaciones, por un lado “pensar que la actividad física es esencial; esto ya se ha declarado incluso en otros países como esencial, por eso no se corta, por el beneficio que trae para la salud”. Agregó al respecto que no se puede desconocer “que la obesidad, la diabetes, son dentro de las personas contagiadas con coronavirus las que tuvieron el peor desenlace. Justamente se las puede combatir con la actividad física”.
Esto, dijo, va de la mano con la segunda reivindicación, que es la de promover la actividad física realizada bajo supervisión profesional. “La gente dice ‘bueno, pueden hacer actividad física al aire libre’; nosotros pensamos que la actividad física es beneficiosa si se hace en condiciones y con la supervisión necesaria para prevenir algunos riesgos”, dijo Saralegui.
“Hay gente que sale a correr sola y está haciendo locuras, o está haciendo trabajos que de repente no son buenos para su salud, y otros están haciendo trabajos de fuerza que les parece que están bien, y están haciendo cosas que son perjudiciales para su salud”, agregó.
Por otra parte se cuestionó “hasta dónde hay un beneficio cuando la gente se está amontonando para salir a correr en la playa o allá rumbo al Trébol. ¿Eso, sanitariamente, es mejor que ir a un gimnasio que esté controlado? Hasta ahora a las autoridades lo que hemos ido es con un planteo de contribuir con la situación, porque es una forma de controlar. Y además ahora se viene el invierno y la gente deja de practicar actividad física”.
DIFICULTADES
Saralegui señaló que el pedido es por la reapertura del sector, “que desde el punto de vista empresarial ha sido la tercera vez que se cierra y está siendo bastante golpeado. Esto se lo hemos planteado, nosotros no desconocemos la realidad que vive el departamento, esto es importante que la gente lo entienda: no pedimos reabrir de cualquier forma, hemos presentado a las autoridades pertinentes en su momento, queremos la reapertura aunque sea con aforos mínimos y con todos los controles, los protocolos sanitarios, que los aprobó el Ministerio de Salud Pública”, expresó.
“Inclusive si hay que ponerse más estrictos, ponernos, pero que nos permitan trabajar, porque sino muchos centros se van a ver condicionados a poder continuar trabajando”, advirtió.
Si bien reconoció que están recibiendo ayuda desde el gobierno, “es poca; entendemos, está bueno que la den, pero no nos da para cubrir. Necesitamos reabrir”.
OTRA REALIDAD
Saralegui agregó que el sector está de acuerdo con que se realicen controles, y eso fue lo que se planteó a las autoridades locales. “Lo que pasa es que a veces estamos agarrados de las políticas nacionales, que muchas veces no es nacional, es pensada para Montevideo, donde los problemas de movilidad son otros, las estructuras de los gimnasios son enormes, es mucha cantidad de gimnasios para controlar. Acá seremos 20 gimnasios, no sé si llegamos a 20. Con cinco personas que recorran toda la semana pueden recorrer todos los gimnasios si quieren y evaluarlos. No estamos en descuerdo con el control, para nada”, dijo.
Agregó que el sector esperaba con mucha ansiedad a los anuncios que se harían el día 3 de mayo, “después de un mes, pensando que después de un montón de cosas habladas se iba a flexibilizar la situación. Sin embargo llegado el 3 se volvió a no reabrir. Ahora se habla del 16”.
En cuanto a la decisión de movilizarse, Sarelegi señaló que “si nosotros no nos hacemos sentir, si la población de Paysandú no muestra que sí confía en sus gimnasios, que sí confía en la gente que está delante, que sí confía en que con los protocolos y con los cuidados necesarios se puede abrir, puede volver a pasar lo mismo. Si pasara lo mismo (que se vuelva a postergar la reapertura) hay muchos gimnasios que pueden estar comprometidos”.
