Solicitada: El último caudillo: Jorge “Guapo” Larrañaga

Se nos fue el más grande caudillo de los últimos tiempos que diera esta tierra sanducera.

Una esperanza real de poder volver a vivir sin miedo. Uno de los progenitores de la LUC que nos permitirá poner más a raya la delincuencia. Una persona franca, honesta, respetable y que se hacía respetar. Un luchador por la democracia en contra de todo tipo de dictaduras y demagogias. Un defensor de las leyes y los principios artiguistas. Una persona que vivió como sentía y sintió como vivía.

Demasiada fuerza, demasiada sangre para un corazón que más allá de su grandeza no iba a poder soportar tanta vitalidad, a pesar de sus cortos 64 años de vida. Vida que dejó en una lucha a brazo partido para apuntalar la República en la búsqueda incansable de bienestar y libertad para los nacidos en esta bendita tierra de orgullosos orientales que supieron y sabrán acompañar su sombra cabalgando junto al patriarca.

Tu sonrisa al igual que tu ceño fruncido cuando se te cuadraba algo entre ceja y ceja quedarán por siempre en nuestra memoria.

El camino está marcado por tu gran perseverancia que sólo la muerte logró quebrar, pero nunca la vida logró doblar.

No éramos amigos ni estuvimos siempre en un todo de acuerdo, pero supe tenerte alta estima como el gran caudillo que fuiste dejando todo en la cancha, y por más que tu carrera no fue la militar, hoy tus seguidores nacionalistas te decimos: ¡Presente mi general! ¡Seguiremos adelante!
Porque como solías expresarlo en tu arenga, parafraseando a Wilson: “¡Hay orden de no aflojar!”

Javier Pizzorno
Edil del Partido Nacional