(El País)
El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) está trabajando con 56 personas privadas de libertad con un objetivo claro: “prevenir la caída en situación de calle de quienes están por salir”, explica Alejandro Sciarra, director nacional de Gestión Territorial. A todos ellos les quedan pocos meses para egresar. Tuvieron una experiencia de calle previa y, en su mayoría, salen sin la promesa de un trabajo y han perdido todo lazo familiar.
El 54% de quienes dormían a la intemperie o en un refugio de Montevideo durante la noche del tercer lunes de julio del año pasado, cuando el Mides realizó el censo de personas en situación de calle, había estado preso en algún momento de su vida. El haber tenido una experiencia carcelaria es casi tan frecuente como el consumo de drogas (y muchas veces una cosa lleva a la otra: drogas-calle-cárcel-calle-drogas…).
La novel oficina del Mides en el Comcar fue inaugurada a fines del año pasado, pero su trabajo con los privados de libertad comenzó a principios de este 2021. Entre cinco técnicos estudian unas 300 historias de los presos más vulnerables y que están próximos a su salida a la calle. Seleccionan algunos casos, consultan si hay disposición de la otra parte a ser ayudada y empiezan a tejer un plan.
Con Franco, uno de los reclusos a punto de salir en libertad, están diseñando esa salida. Sin la ayuda de los técnicos es probable que el destino de este joven sea obvio: saldría con la ropa que lleva puesta (porque por códigos penitenciarios el resto de las pocas pertenencias quedan “para los que vienen”), recibiría el dinero justo para un boleto y más nada.
Por más que la psicóloga que coordina la oficina del Mides en el Comcar lo describe como “uno de esos presos ejemplares, que no se meten en ningún lío”, es probable que casi ninguna empresa piense en él a la hora de dejar su currículum.
Franco lo cuenta con sus propias palabras: “Hasta los 12 años viví en Aldeas Infantiles y pude terminar la escuela. Recién ahí conocí a mi madre. A los 15 años, perdí –o sea, lo arrestaron–. Me mandaron a la Colonia Berro. Estuve un año y medio, salí y volví a perder. Salí de mayor y fui a vivir a lo de mi madre y mi padrino. En el bañado, cerca del aeropuerto, sacaba tierra. Hacía una changuita que otra. Pero no me daba (el dinero).
Entonces robaba. Me iba para la zona de la Ruta 8 y robaba para mí y para ayudar a mi familia. Hasta que un día tuve una discusión y salí como loco a robar. Ahí me toma la cámara (de seguridad) y perdí. Me daba el tiempo de correr y escaparme, pero no quise. Había hecho mal y tenía que pagar por eso”.
La psicóloga Marina Guerrero, del Mides, cuenta que “con los presos más añosos, a veces, pasa que tienen miedo de salir porque sus vínculos en el afuera se han roto del todo. Nos dicen: ‘Por lo menos acá adentro soy alguien, conocen mi nombre…’”. Con los más jóvenes, en cambio, “hay más chances de recomponer los vínculos”.
Pero a veces ocurre que “el privado de libertad nos dice que afuera se irá a vivir con su hermana, y cuando vamos al terreno nos enteramos que la hermana no da bolilla. Entonces nuestro trabajo es acompañarlos en la construcción de una nueva ruta, segura”.
Sciarra, el director de Gestión Territorial, reconoce que este “es un círculo perverso: la privación de libertad no solo te aleja de tus vínculos negativos, también te aleja de los positivos”. ¿Habría que extender el acompañamiento del Mides a bastantes más que 56? “Claro, esta es una experiencia piloto y sabemos que hay muchas más personas con las que debemos trabajar”.
DETECTARON 90 CASOS; 2 FALLECIDOS
(sINAE)
Este domingo que se llevaron a cabo 6.658 análisis y se detectaron 90 nuevos casos de COVID-19. La tasa de positividad fue de 1,3%.
De los 90 nuevos casos, 54 son de Montevideo, 11 de Canelones, 6 de Rivera, 4 de Maldonado, 4 de Paysandú, 3 de Artigas, 3 de Colonia, 2 de Cerro Largo, 2 de San José y 1 de Salto.
También se confirmaron 2 nuevas muertes con diagnóstico de SARS-CoV-2 y hasta el momento son 6.003 las defunciones.
Actualmente hay 1.431 personas cursando la enfermedad, 23 de ellas en centros de cuidados críticos.
Flores no registra casos activos, por lo que son 18 los departamentos con personas cursando la enfermedad.
CASA CONÇÁLVEZ EN VENTA
(bÚSQUEDA)
La casa donde vivió e incluso cometió uno de los homicidios Pablo Gonçálvez fue puesta recientemente en venta por dos inmobiliarias. Ubicada en la esquina de Arocena y Lieja, en el barrio Carrasco, el inmueble no figura en el listado web de ninguna de las dos inmobiliarias, que también lo ofrecen en alquiler.
Goncálvez vivió en ese hogar junto con sus padres hasta 1993, cuando a la edad de 22 años fue arrestado en el Chuy acusado de los asesinatos de Ana Luisa Miller, Andrea Castro y María Victoria Williams, ocurridos entre 1992 y 1993. En el garaje de la casa de una planta tuvo durante un tiempo un taller de reparación de motos.
Tras su detención, su madre continuó viviendo en el lugar y llegó a alquilar de forma particular alguna de las habitaciones.
Goncálvez cumplió su pena de prisión en 2016 en la cárcel de Lavalleja. Tras quedar en libertad, viajó a Paraguay, donde fue arrestado en 2017 por portar un arma, cartuchos y cocaína. Quedó libre en 2019. → Leer más