Avistamiento de oso melero o tamandúa en Cerros de la Vera

Diario Cambio informó sobre el avistamiento días atrás de un oso melero también conocido como tamandúa en la zona de Cerros de Vera en montes del departamento de Salto. Lo que ocasionó sorpresa para quienes transitaban el campo, pero no para las autoridades que por la instalación de cámaras en áreas protegidas del país han venido registrando la aparición de esta especie amenazada en muchas zonas. Tras la difusión de imágenes en las redes sociales, las autoridades de ambiente tuvieron conocimiento de lo sucedido. Las cámaras han permitido captar en su hábitat especies de mamiferos que no son de observación común, entre ellos el margay, el coatí y otros más comunes como el zorro y el tatú.

TRANSFORMACIÓN DE ESPECIES

Conforme a los registros, los procesos ecosistémicos y de vida de los animales cambian con el pasar del tiempo y espacio. Este seguimiento permite observar la evolución de las especies con el fin de disponer de las medidas de protección que sean necesarias. La herramienta suministra una cantidad considerable de registros no invasivos durante el período de muestreo, y proporciona información difícil de obtener. Se han reportado en los últimos años el avistamiento de especies de la fauna local que han tenido acercamiento a la civilización y que, en ocasiones, vienen de otros países a zonas menos habitadas. Hace años en el mismo lugar, apareció un ejemplar de la misma especie que fue capturado y trasladado al zoológico de Salto.
El sistema de Áreas Protegidas del Uruguay promueve no cazarlos ni dañarlos, ya que es una especie amenazada y hay pocos registros en el país.

EL OSO MELERO

El oso melero o tamandúa es una especie de importante conservación en Uruguay, se alimenta principalmente de miel, hormigas y termitas. Es un mamífero que pesa hasta 8 kilogramos y puede medir hasta 1,5 metros. Paren sus únicas crías después de 5 meses de gestación, y las llevan en su lomo durante el primer mes de vida. Por lo general son de color blanco con negro y hasta que se valen por sí mismos dependen de la madre quien los deja en lugares seguros hasta que les consigue alimento. Se trata de animales solitarios a los que se le encuentra con frecuencia en los árboles, aunque también pueden hacer cacería en el suelo y poseen fuertes garras con las que se defienden o rompen nidos de insectos y también tienen un olfato muy desarrollado.