Anoche culminó la 12ª Edición de Paysandú Flor de Ciudad, una combinación de naturaleza, espectáculos artísticos y comidas, que motivó una amplia concurrencia de público, en tanto los expositores se mostraron conformes con los resultados.
Escuela 21 de Casa Blanca
En un estand decorado con flores hechas con bidones de plástico por niños, Angelina Miranda, docente de la escuela 21 de Casa Blanca, contó que ya hace 3 años que concurren a esta fiesta y les fue bien en sus ventas, considerando que a la gente gusta de colaborar con las escuelas a la hora de adquirir productos.
“Este es el proyecto del año, nosotros tenemos hasta Ciclo Básico –desde inicial hasta 9º-; trabajamos con reciclado y huerta orgánica con alumnos sensibilizados en la reutilización de artículos para no generar más basura y en una alimentación más saludable”, comentó. Este año se dedicaron a los tunarios, que los vendieron a todos, y a los mates.
La escuela tiene 130 estudiantes que trabajan en proyectos de jardinería, otros tipos de reciclado y también carpintería.
Dimil, vivero familiar
Desde un emprendimiento familiar que tienen en su hogar, Milton y Silvia llevaron gran cantidad de árboles nativos, como desde hace ya muchos años. Contentos con las ventas, y con el valor agregado de la flora nativa que “cada vez se fomenta más por la conservación de la biodiversidad y lo que hace a nuestro clima”, comentó Milton. Muy conformes también con los servicios que se les brindaron y este año con la ambientación de la pantalla gigante y lo que en ella se proyecta.
Vivero La Estación de Queguay
Desde Lorenzo Greyes, Lorena y Cinthia contaron que es la segunda vez que participan y que las ventas este año superaron sus expectativas. Pertenecen a un grupo de cuatro mujeres que vienen del programa “Uruguay Trabaja”, cuyo proyecto final fue el Vivero que funciona desde el año 2019.
Tequeño mucho
Y el aroma a la hora del mate nos llevó hacia el patio de comidas al estand de Elvis, un venezolano que hace cuatro meses se instaló con su familia en Paysandú. Contó que los tequeños son uno de los 14 platos típicos de Venezuela y se llaman así porque son originarios de Los Teques.
Parte de su identidad, estos tequeños, tuvieron mucho éxito, sobre todo a la hora del mate. Están hechos de bastoncitos de “queso llanero”, un queso fresco artesanal venezolano, blanco, suave y algo salado; todo envuelto en una masa especial liviana y crocante.
“Acá buscamos mezclar un poco las culturas y adaptarnos a los gustos de los uruguayos; por eso los hacemos también con panceta, queso cheddar, dulce de membrillo o dulce de leche. Tenemos el tequeño Martín Fierro, que es nuestro queso con el dulce de membrillo”, relató este emprendedor venezolano.
