Productiva jornada de aprendizaje y estudios en cursos de agua en Guichón

Días pasados, estudiantes del Polo de Ecología Fluvial del Cenur Litoral Norte y docentes de Escuela Técnica de Guichón, Licenciatura en Diseño Integrado –orientación Desarrollo Local y de Tecnólogo Químico-, tomaron muestras de agua de diferentes tramos del arroyo Santana, a modo de aprendizaje y se aguarda por los resultados de los análisis químicos que estarán prontos en un par de semanas.

“Nosotros tenemos monitoreo de calidad de agua en la cuenca del río Queguay, que lo hacemos desde 2019; con un monitoreo de oxígeno, conductividad, nitrógeno y fósforo. Es una colaboración que hacemos con el SNAP (Sistema Nacional de Áreas Protegidas) Montes del Queguay y con la sección de Limnología” dijo la Científica Christine Lucas. Con esa salida los alumnos y docentes se fueron acercando a las subcuencas del Queguay; en este caso el arroyo Santana que desemboca en el Queguay Grande.

Los estudiantes se detuvieron en 5 puntos que evaluaron en distintos parámetros. “Ellos paran en puntos que están en los nacientes, tramo medio y lo más cerca posible de la desembocadura. Inician el trabajo en los nacientes para saber qué características tiene el agua cuando está en una cañadita y siguen la evolución de cómo cambia el PH, la temperatura a medida que se van acercando a la desembocadura”, explicó la científica.

Previo a la salida, los alumnos hicieron un mapeo de usos de suelo en la zona, en lo que respecta a porcentaje de cultivos, forestación, pastizal natural y bosque.
Consultada sobre si esos análisis podrían arrojar resultados de presencia de agroquímicos en el agua, Lucas dijo que “no, porque la presencia de agroquímicos debe ser estudiada en laboratorios donde tienen equipos para evaluarlos”. Con la colecta de muestra de agua ellos estudian parámetros de nitrógeno, fósforo, oxígeno, la temperatura y la turbidez.

La salida didáctica surge por un interés común en evaluar calidad de agua y estudiar la cuenca como unidad de gestión. Fue una iniciativa de docentes para que los estudiantes aprendan a utilizar los equipos, es decir, con fines educativos. Para estudiar la calidad del agua se necesita hacer un seguimiento; monitoreo cada dos meses en el lapso de 2 años para determinar los niveles de fósforo, por ejemplo. “Si vas un día solamente a colectar una muestra, el resultado puede ser muy variable”, precisó.