Humanismo médico

Nuestra sociedad mueve sus piezas de acuerdo a las circunstancias y a medida que esas circunstancias cambian, cada uno intenta encontrar un determinado lugar, sobre todo vinculado a la demanda que la sociedad exige. En todo esto, la tecnología juega un papel preponderante y en la medida que se inventan nuevas cosas, van surgiendo nuevas profesiones para ajustarse a las demandas que se generan en cualquier sociedad.
Sin embargo, hay profesiones muy antiguas que se mantienen en el tiempo vinculadas a las inquietudes ancestrales que, si bien cambian de acuerdo al progreso de la ciencia y la tecnología, la esencia siempre es la misma.

La preocupación por la salud es una inquietud inherente a todas las personas, lo que ha motivado a través de la historia la necesidad de que muchos se dediquen a su cuidado dado la intensa demanda que motiva esa necesidad.
La labor médica con diferentes formatos se viene generando desde tiempos inmemoriales, desde intentos ancestrales buscados en el “poder mágico” del curandero, pasando por la experiencia con plantas y mejunjes hasta irse formalizando el conocimiento médico para trasmitirse a través de la enseñanza sistematizada y llegar a nuestros días a una medicina que ha tenido progresos inimaginados.

Pero a pesar del incesante desarrollo de la medicina, jamás se pudo sustituir en la salud el poder que genera la relación médico-paciente, donde la empatía juega y debe jugar el rol fundamental. Cada individuo es diferente y también son diferentes las circunstancias. No existe y quizás no existirá nunca ninguna máquina ni ninguna droga que pueda sustituir la empatía que pueda proporcionar una persona a otra persona, sobre todo si padece un quebranto en la salud. Es por esa razón que el Colegio Médico del Uruguay, dentro de sus principios fundamentales, entiende imprescindible poner siempre al paciente en el centro de la escena. Entendiendo al humanismo médico como parte esencial de cualquier tratamiento, y ese trato de cercanía nunca jamás podrá ser sustituido por ningún otro adelanto sofisticado que la ciencia y la tecnología pueda ser capaz de desarrollar.
El Colegio Médico del Uruguay y todas sus regionales trabajan en forma mancomunada en promover estos principios esenciales a todos su colegiados a través de acciones continuadas.

La confianza de un paciente a su médico es parte inseparable para el resultado de un tratamiento, cualquiera sea el caso. Hoy en día, la medicina se divide en muy numerosas especialidades que mejoran las posibilidades de lograr diagnósticos precisos y tratamientos más ajustados a cada enfermedad, como contrapartida ha llevado a “atomizar” la asistencia médica donde el paciente tiene muchos médicos, lo que hace necesario que el paciente tenga un médico de cabecera, que le dé la continuidad asistencial, la orientación adecuada y la contención necesaria. Dr. César Suárez, presidente del Consejo Regional Norte del Colegio Médico del Uruguay.