Representantes del Sunca, trabajadores y familiares recordaron la tragedia ocurrida en 1987 en que cinco trabajadores de la industria de la construcción, que cumplían labores en la obra de Azucitrus, murieron a raíz de un derrumbe. El fatídico hecho, aún recordado por los sanduceros, cobró la vida de Walter Amado López, Juan Sofildo Pintos, Juan Ramón Bergara Bandera, Carlos María Gerardo Pereyra y Amado Aranda, y dejó además 13 heridos de gravedad.
En tal sentido, el Sunca a nivel departamental destacó el “estar un año más, luego de dos años de pandemia, homenajeando y recordando el accidente que dejó cinco compañeros fallecidos y más de una decena de compañeros lesionados”.
“Para nosotros es doloroso recordar esta fecha, porque fue uno de los accidentes más grandes que hemos tenido en la industria de la construcción en estos tiempos y que a raíz de eso también hemos aprendido y trabajado para crear nuevas conquistas que cuiden y velen por la seguridad de los trabajadores de la construcción”, agregó el orador.
El secretario del Interior del Sunca, Richard Ferreira, expresó que recordar “el 25 de mayo de 1987 requiere y significa para los trabajadores y trabajadoras de la construcción un hecho muy doloroso, donde 5 compañeros por el simple hecho de venir a trabajar perdieron la vida y donde otros sufrieron lesiones graves”.
“Son de las cosas que nos llevan al anhelo de seguir construyendo una industria sin accidentes laborales y seguir pensando que esto es posible. Porque en definitiva los accidentes cuando suceden no es por casualidad, sino que atrás hay una causa. Y sin lugar a dudas que esas causas tienen mucho que ver con las malas condiciones de trabajo. Cuando uno se retrotrae en el tiempo, año 87, donde los derechos brillaban por su ausencia, donde las condiciones de trabajo que pedíamos en la industria eran inexistentes, este accidente acá en Paysandú tuvo mucho que ver con eso, con las malas condiciones de trabajo. No fue una casualidad o la mala suerte sino compañeros en malas condiciones de trabajo en el momento y eso llevó a que este gremio –el Sunca– se rebelara para que entendieran que había que cambiar y transformar una industria, y en definitiva a un medio que había que pelear”, indicó.
Por su parte, la diputada Cecilia Bottino adhirió a las palabras “de los compañeros porque la realidad es esa. Este hecho luctuoso que nos marcó a todos los sanduceros y sanduceras se dio en el marco de un modelo neoliberal, donde las relaciones laborales estaban bajo normas con ese carácter privatizador”.
