Evitar las radiaciones solares para prevenir el cáncer de piel

Las elevadas temperaturas y sensaciones térmicas registradas desde el comienzo del verano, afectan a las poblaciones más vulnerables ubicadas en las llamadas “dos puntas de la vida”. Los niños y las personas mayores padecen golpes de calor y en ambos casos la capacidad de percibirlo es reducida, pero por diferentes razones.
Con los años disminuye la percepción de la sed y, en forma paralela, el consumo de algunos medicamentos disminuye el sentido de las altas temperaturas. La consecuencia más visible es la deshidratación que puede solucionarse con la ingesta de líquidos. Sin embargo, en los casos más graves se registran fallas multiorgánicas. La exposición a los rayos solares también afecta a la salud y el Ministerio de Salud Pública (MSP) lanzó la campaña “La sombra te cuida”.

El tamaño de la sombra

Atención de Alzheimer Paysandú (ADAP) “está alineado con la sensibilización a la población sobre las medidas para protegernos de las radiaciones solares en este verano extremadamente tórrido por el fenómeno ‘La Niña’ con la campaña del ministerio y el Programa Nacional de Control del Cáncer”, dijo el doctor Marcelo Luaces, integrante del equipo técnico que encabeza el doctor Gustavo Curbelo.

La campaña está orientada “a la concientización de la población sobre los efectos de la exposición de la piel a la radiación ultravioleta de los rayos del sol, sobre todo en horarios no apropiados y el rol clave que cumple la capa de ozono para la salud humana”, dijo a Pasividades. La iniciativa denominada “La Sombra te cuida” enfatiza en “monitorear a través de la sombra el grado de exposición al que las personas se enfrentan, ya que el tamaño de la sombra es un muy buen indicador para saber si estamos expuestos a la radiación ultravioleta. Cuanto más corta es nuestra sombra, menos debemos exponernos a la luz del sol”. El ministerio “informa y empodera a la ciudadanía sobre la importancia de la capa de ozono para estar protegidos de los rayos ultravioletas, ya que si bien la energía y la luz solar son esenciales para la vida en nuestro planeta, el sol también cuenta con un componente muy perjudicial que es la radiación ultravioleta”.

Cáncer de piel

Algunas medidas para prevenir el cáncer de piel pasan por “evitar la exposición al sol entre las 10 y las 16 horas, el uso de un protector solar de factor 30 o más, evadir la cama solar, usar siempre un gorro o sombrero. Porque la mejor protección la ofrecen los sombreros que proyectan una sombra que cubre toda la cara de manera uniforme, y de ser posible, también el cuello”.
Agregó que “hay que mirar nuestra propia sombra. Si es corta o no hay, es que estamos muy expuestos a los rayos UVA/UVB”. Luaces explicó que “estos rayos son radiación ultravioleta que penetra en la atmósfera.

Son perjudiciales para la piel y pueden causar cáncer. Llegan a nosotros debido a la disminución de la capa de ozono y también son emitidos por las camas solares. Evitarlos es la mejor manera de prevenir el cáncer de piel”.
En la playa “hay que evitar broncearse porque su efecto daña la piel. Además del sombrero, hay que usar ropa oscura o de colores y con mangas largas, lentes de sol con filtro UVA/UVB y siempre estar a la sombra”.

En Uruguay y en el mundo es uno de los tipos de cáncer más comunes. “El melanoma es el subtipo menos frecuente pero el más agresivo. Y, ¿por qué nos preocupa? Porque la cantidad de casos de cáncer de piel en nuestro país va en aumento y afecta a personas de todas las edades, incluso a adolescentes y adultos jóvenes. El daño es acumulativo porque la piel tiene memoria y no hay bronceado seguro porque es el daño de la piel causado por el sol”.

Revisar la piel

Luaces instó a “revisar la piel” con “un espejo y buena luz para detectar lunares sospechosos. Es importante examinar toda la piel, no olvidarse de las palmas, plantas, orejas y cuero cabelludo”. Recordó que “hay que prestar atención a la regla del ABCDE. Si el lunar es asimétrico. Es decir, si tiene una forma rara y no uniforme. El borde, si es irregular, cambiante o mal definido. El color, por si tiene varios tonos. El diámetro, si mide más de 6 milímetros y la evolución para saber si cambió la apariencia en el tiempo o si sangra y no cicatriza o presenta costra”.

Agregó que “si lo encontramos a tiempo, en una etapa precoz, el cáncer de piel se opera y se puede curar.
En caso de encontrar una nueva lesión en la piel o que una ya existente cambie en tamaño, forma, color o volumen, es importante consultar al especialista en dermatología. Si una persona tiene muchos lunares, antecedentes familiares o personales de cáncer de piel, debe consultar periódicamente a su dermatólogo”.

Luaces precisó que “si bien las personas de piel más clara –que quedan rojas al exponerse al sol– tienen mayor riesgo de cáncer de piel, cualquier persona puede desarrollarlo. En suma, la prevención es el elemento clave para evitar a corto y largo plazo, las lesiones en el órgano más grande de nuestro cuerpo que es la piel. Con sus 8 kilos, nos aísla del ambiente como una membrana semipermeable manteniendo un interior estéril. El daño por quemaduras de 1° y 2° grado produce ampollas que pueden infectarse si se ‘pinchan’. Y, a largo plazo, las radiaciones alteran el ADN que es un factor de riesgo para cáncer de piel”.