La revolución empezó por Guaviyú

De acuerdo con lo informado por las autoridades departamentales, en el mes de enero comenzaron los trabajos de remodelación de la motelería municipal de Termas de Guaviyú, en el marco del convenio alcanzado en 2022 entre la Intendencia Departamental de Paysandú (IDP) y la Dirección General de Educación Técnico Profesional (UTU). El portal web de la IDP destaca que, “según informó el director de Turismo, José Manuel Galván, las intervenciones se concentran en diversos componentes edilicios y demandarán una inversión cercana al medio millón de dólares. Desde el año pasado la Intendencia ejecuta obras de infraestructura en el enclave turístico, con una inversión superior al millón de dólares (…) Mediante este acuerdo y a través de un sistema de pasantías, la UTU también utilizará la gestión de la motelería como parte de las prácticas estudiantiles en el área de turismo, asegurándole un perfil profesional a la administración de estos servicios. El cambio de modelo de gestión y remodelación de la motelería y la gran inversión en obras que viene realizando la Intendencia en el enclave turístico, dan cuenta del perfil de las políticas turísticas del actual gobierno departamental, cuyo principal objetivo es jerarquizar la infraestructura y los servicios como estrategia imprescindible para reposicionar a Paysandú en la agenda nacional y regional. El titular de Turismo aseguró que la remodelación de los moteles, sumado a la modalidad de gestión que instrumentarán los alumnos de UTU, complementará las importantes obras que la Intendencia viene ejecutando en el centro termal, que incluyen la construcción de una nueva piscina semicubierta con borde infinito y nuevas baterías de baños, así como remodelación del auditorio y la enfermería”.

Sin lugar a dudas los cambios que se están procesando en las termas de Guaviyú constituyen un hecho de gran importancia y un cambio notorio de actitud (y también de aptitud) en relación con un centro turístico que a lo largo de los años se ha transformado en un dolor de cabeza para los distintos intendentes, que no han sabido tomar medidas de fondo para aprovechar la potencialidad de ese destino termal. Muchas veces desde esta misma página editorial hemos reclamado a las diferentes autoridades de turno la instrumentación de medidas concretas, prácticas y realistas para jerarquizar un espacio turístico tradicional tanto a nivel departamental como regional e incluso nacional. Es más: en alguna que otra ocasión nuestro diario ha mencionado que Guaviyú se ha constituido en una suerte de “tumba de los cracks”, donde intendentes y directores de Turismo no han podido “dar en la tecla”. Los cambios introducidos en los últimos meses demuestran que tanto el intendente Nicolás Olivera como el director de Turismo José Manuel Galván tienen claro que las medidas deben tomarse aquí y ahora y por ello han puesto en marcha las modificaciones antes mencionadas, las cuales van en el camino correcto. Caracterizado por la mala calidad de sus servicios y por la falta de una gestión profesional, el centro termal de Guaviyú se ha visto superado ampliamente por la oferta de otros centros termales tanto a nivel de nuestro país como de la Argentina, más allá de las actuales diferencias cambiarias. En este sentido resulta de vital importancia y de carácter por demás novedoso la participación del UTU y de sus alumnos en el proyecto, lo que garantiza la necesaria profesionalización en los servicios prestados, un aspecto que resulta trascendente para los visitantes, al mismo tiempo que les brinda experiencia a sus estudiantes. Si los visitantes no son atendidos en forma amable y diligente en un lugar, difícilmente vuelvan a visitarlo y, para peor, serán difusores de malas referencias. Así las cosas, ese involucramiento de UTU constituye un verdadero “golazo de media cancha”.

Lo cierto es que el turismo termal viene creciendo en forma sostenida en todo el mundo como consecuencia de diferentes factores, entre los que deben mencionarse una preocupación cada vez más relevante por la salud y el bienestar físico, inquietud que encuentra en los centros termales un ámbito ideal, aunque las razones por las cuales optan por visitar ese tipo de establecimientos supera dicha motivación. En efecto, de acuerdo con la especialista española Olga Martínez Moure, “las motivaciones termales han adquirido un peso creciente, ganando terreno al resto de las motivaciones turísticas, y situando al turismo de salud en un puesto de privilegio dentro del sector turístico. (…) El valor añadido del producto termal se refiere a todas las características adicionales que lo dotan de contenido, y que, por consiguiente, lo hacen más competitivo. Es decir, el valor añadido está constituido por todas aquellas características que van más allá de la propia cura termal y que, de alguna manera, hacen del producto termal algo enormemente sofisticado que ocupa, hoy por hoy, un puesto de privilegio en el mercado turístico. La novedad del producto hace referencia al producto termal, no ya como la tradicional cura balnearia, estrictamente terapéutica, sino al factor más lúdico. Es decir, la novedad del producto termal radica, a nuestro parecer, en la coadyuvación del aspecto lúdico y del matiz terapéutico, con la consecuente competitividad y sofisticación de este producto en auge. Las causas hasta ahora apuntadas, hacen que las motivaciones de salud hayan crecido de forma exponencial, y que sean actualmente, las responsables de que el termalismo goce de tanta aceptación entre todas las capas de la sociedad, como se ve en el peso creciente que las motivaciones termales han ido adquiriendo progresivamente”.

Sin lugar a dudas queda mucho por hacer en termas de Guaviyú, pero las señales de la actual administración son buenas y auguran tiempos mejores. Un aspecto importante es que las obras han sido concebidas de manera global, tratando de mejorar diversos aspectos que confluyan para mejorar la experiencia de los visitantes. Esas obras incluyen la bituminización de las calles de todo el complejo termal, “un debe desde hace muchos años”, reconoció el intendente en una nota de nuestro diario.

El jerarca señaló que “Termas ha crecido en su centro poblado y hay una muy buena propuesta de alojamiento privado, pero la vialidad estaba desmejorada, por lo que se procedió a la realización de estas obras en las calles internas del centro termal, pensando no solamente en dar el confort a los visitantes, sino también en que a la brevedad habrá otro remate de solares que la Intendencia llevará adelante. Tiene que estar presentable para el que quiera invertir en Termas, para que sienta que es un lugar que vale la pena. El turismo es una de las claves en el desarrollo al que apuntamos, por lo que tenemos que acompañarlo con la infraestructura mínima e indispensable para poder posicionarnos como un buen centro termal”, concluyó Olivera en esa oportunidad.

Convertida en “la Cenicienta” de los centros termales durante décadas de abandono, parches y falta de un rumbo claro, Guaviyú se prepara para una nueva etapa que marca un cambio concreto que esperemos comience a dar sus frutos cuanto antes. Los buenos resultados requieren tiempo, pero lo bueno es que comenzaron a darse pasos tan importantes como necesarios para jerarquizar, hacer crecer y cristalizar el verdadero potencial turístico de ese centro termal.