El biólogo Diego Varela, profesional que integró el equipo que redactó el proyecto para designación como área protegida de las islas del Queguay y la costa del río Uruguay próxima a ellas, considera que la ubicación propuesta para la planta de HIF es inconveniente, por los efectos indeseados en el hábitat y porque se extendería al norte de la ciudad, aguas arriba, el área industrial de Paysandú.
Entrevistado por EL TELEGRAFO, lo primero que puntualizó fue respecto a si los predios en los que se proyecta construir la planta están comprendidos o no dentro del área. Esto debido a que en la documentación se menciona que es lindero. Varela señaló que en el proyecto presentado a la entonces Dinama, en 2018, la protección abarcaba las islas como área núcleo y los predios costeros como zona de amortiguación “desde el arroyo Malo al norte, hasta el arroyo San Francisco al sur”, en una extensión de unos 50 kilómetros lineales. Ese proyecto es el que está siendo evaluado por el Ministerio y “extraoficialmente tengo información de que hay voluntad de aprobar el ingreso del área protegida antes de fines de esta administración”, dijo. Y aunque se planteó una reducción de esa área de amortiguación, tanto al norte como al sur, en el proyecto original “que tenía sólidos fundamentos científicos, los padrones de HIF Global están incluidos, no son linderos, dentro del área protegida”. Del mismo modo que otro padrón que ocuparía, más al sur que el de HIF, sobre el arroyo San Francisco, una planta para obtener energía eléctrica de fuentes renovables, para alimentar la planta.
EFECTOS
El primer efecto adverso que señala Varela es el reemplazo de unas 2.000 hectáreas que se pretende proteger por una superficie impermeable. “Se van a afectar tres padrones —con los de HIF y el de Enertrack— que sumados deben andar cerca de las 2000 hectáreas, que se le sacan al área de amortiguamiento”. Además de que implicaría realizar un corte “al corredor de biodiversidad que une las islas de Queguay, los montes de Queguay allá en Rincón de Pérez, con los Esteros de Farrapos, al sur. Esos proyectos que se instalan en esa zona estarían cortando el corredor”, señaló.
En cuanto a la recategorización de suelos propuesta por la Intendencia en el marco de este proceso, se determinó el pasaje a suelo suburbano el que se encuentra por encima de la cota de 10 metros, tomando como línea de protección la curva de retorno de crecidas del río en cien años. “Lo que queda por debajo de la cota de diez metros teóricamente sería preservado y protegido y respetado. Lo que se plantea es si para arriba de la cota de diez metros entonces se puede hacer cualquier cosa. Mi respuesta es no, es mi opinión. No se puede hacer cualquier cosa”, planteó. Fundamentó su punto de vista en que “la vegetación de tipo fluvial supera los diez metros, llega hasta los veinte metros, pero más allá de eso, hay bosque autóctono, que no es bosque fluvial típico, porque no incluye la vegetación que está sometida a inundación, pero que tampoco tiene las características de un sitio donde se está plantando trigo, o hay cítricos”. Se trata, dijo, de otro tipo de suelo “y tiene un monte propio también, que es un monte que se desarrolla en esa zona, que es la zona llamada zona mesófila, que es la zona en la que el suelo tiene una humedad intermedia”. Ese bosque, agregó, “va a ser talado en parte por la instalación de la planta de HIF. En el predio más al norte, se instala en suelos que han sido utilizados para agricultura, que en este momento son rastrojos. Pero al sur, directamente, y se dice, van a talar monte”.
ÚNICOS
Si bien en el proyecto se especifica que los árboles que se van a talar no son exclusivos de la zona, se encuentran en otras regiones, por lo que no pondría en riesgo la extinción de la especie, sí se produciría un daño a esos bosques específicamente. “Aquí de lo que estamos hablando no es de los bosques que están en otro lado, de lo que estamos hablando es de los bosques que están acá. Son esos bosques los que se van a talar y son esos bosques que pertenecen a ese ecosistema. Si están talando los bosques que están aquí, se está afectando este ecosistema, por más que las especies vegetales se encuentren en otro lado”.
CONSTRUCCIÓN
Varela, tras analizar la documentación disponible hasta ahora, afirma que la planta ocasionará multiplicidad de impactos, tanto durante el proceso de construcción como en la época de funcionamiento. “La cantidad de impactos que va a generar es terrible, es enorme, de todo tipo y color”. Los proyectos, apunta, plantean esos impactos “y se cubren planteando una cantidad de medidas de mitigación de los probables impactos; mencionan los impactos y dicen ‘se mitigarán de esta, de esta, de esta, de aquella y de aquella manera’. Nosotros sabemos que cuanto más complicado es un sistema, más oportunidades de fallo tiene. Entonces, cuando uno ve todas esas cosas dice: y si falla esto, qué pasa, y si falla aquello otro, qué pasa”.
Los impactos que prevé el proyecto de HIF, resume, “son de todo tipo: ya sea atmosféricos, suelos, sobre la hidrología local, sobre los animales. Porque además se van a crear carreteras que van a llevar tránsito pesado desde la Ruta 3 hasta los predios”. Además “se va a tomar agua del río, y para eso van a llevar un caño colector desde el río Uruguay que va a atravesar también la zona, o sea que corta la zona donde está el bosque fluvial durante la época de construcción, vale decir que van a tener que salir al monte ahí y van a tener que que abrir un zanjón, van a tener que poner los caños, van a tener que tapar y después van a tener que esperar que el ecosistema se reponga por desarrollo de vegetación encima del caño que abrieron”.
Sumado a ello, también se construirá un colector que conectará con ALUR, “que va a llevar el CO2 desde la planta de ALUR. Ese colector lo van a llevar cortando también todo a lo largo, son varios kilómetros. Y además también los efluentes de la planta los van a llevar hasta los efluentes de ALUR, también cortando todo”.
HÁBITAT Y PAISAJE
Varela agregó que también en el padrón que ocupará Enertrack “hay muchos ambientes a proteger”. Entre ellos blanqueales, “que tienen una vegetación propia y que además es un ecosistema muy amenazado. O sea, no solo están ocupando superficie de bosques por superficie impermeable, sino que además están fraccionando el suelo. Al fraccionar suelo, y están fraccionando un monte y están fraccionando hábitat”, y tanto la pérdida como el fraccionamiento de hábitats son “las principales causas de pérdida de biodiversidad en el mundo”.
También habrá, señaló, impactos paisajísticos importantes. “La planta va a tener en funcionamiento permanente cuatro antorchas de 30 metros y tres chimeneas de 60 metros de altura. Eso va a estar frente a las islas del Queguay”, expuso. La mitigación propuesta es con cortinas vegetales que impidan la visibilidad. “Yo me pregunto —dijo—, qué cortina vegetal van a plantar que impida la visibilidad de cuatro antorchas de 30 metros y de tres chimeneas de 60 metros. Además, estamos frente a la zona núcleo, ahí enfrente estás en la zona núcleo y estás viendo las chimeneas”.
INCONVENIENTE
A juicio de Varela “sobran, pero sobran argumentos” para rechazar la ubicación del proyecto en ese lugar. “No sabemos qué es lo que está pasando a nivel del Ministerio de Ambiente, pero sobran argumentos para plantear y defender que esa ubicación no es una ubicación adecuada para esa planta. Tal vez se puedan encontrar mejores”, insistió.
Y entre las razones para oponerse, Varela incluye la indeseable extensión de la zona industrial aguas arriba de Paysandú. “Hay cosas que yo creo que no son las ideales, y es que la mayor parte de las fábricas en Paysandú están aguas arriba de la ciudad, pero no es la ubicación ideal. La ubicación ideal sería que las fábricas estuvieran aguas abajo y no aguas arriba de la ciudad”, dijo. “Y si se plantea extender el área industrial de la ciudad aguas arriba, convertirla toda en parque industrial hasta allá arriba, seguimos lloviendo sobre mojado. Lo lógico sería tratar de ubicarlo aguas abajo, o yo no sé dónde”.
ESPEJITOS
Por otra parte el experto considera que no es conveniente hablar en este caso de hidrógeno verde. “No van a producir hidrógeno verde. Ellos van a utilizar el hidrógeno verde para producir combustibles sintéticos, que no es lo mismo. Esa es otra de las formas de vender espejitos de colores”, dijo. Lo mismo ocurre con los números de trabajadores a ocupar. “Cuando se dice que va a dar fuentes de trabajo para 1.300 trabajadores, eso es zafral, eso es durante la construcción. Porque ellos mismos dicen que una vez que esté funcionando la planta va a dar fuentes de trabajo para 300 personas, y yo me pregunto: ¿esos 300 trabajadores van a ser uruguayos? Porque es una planta muy especializada”, argumentó. → Leer más