En tres años UTE redujo pérdidas por consumo no facturado por unos 60 millones de dólares

UTE logró reducir la pérdida por consumo no facturado en cuatro puntos porcentuales en un período de tres años. Cada punto significa 15 millones de dólares de facturación anual recuperada. Así lo informaron autoridades gerenciales de UTE, que fueron recibidas en EL TELEGRAFO por el director, Alberto Baccaro, y el administrador, Martín Baccaro.
La delegación estuvo integrada por Pablo Regina López, gerente de Área Comercial; Gustavo Picos Méndez, gerente comercial del Interior; Juan Carlos Patrone, gerente de Procesos Comerciales; Pablo Larguero, subgerente de Explotación Norte de Distribución; y Andrés Corts, gerente comercial Norte.

En todo el país las pérdidas son del 14,5%. De ese total, 6% se deben a pérdidas técnicas. En el caso del distrito Paysandú (Paysandú, Guichón y Young), la pérdida es de 8,3%. En la regional Norte, la mayor pérdida se verifica en el distrito Salto (Salto, Bella Unión, Artigas), con 13,5%.
“Hay un 6% promedio de pérdidas de orden técnico, por calor, por distintos equipamientos. Otro porcentaje que está por encima, son gente que está colgada en la red, que está usufructuando energía que UTE no está facturando”, explicaron los representantes de UTE.

“En rangos generales hace tres años UTE tenía un índice de pérdida de un 18,5%, y ahora estamos en 14,5%”, expresaron las autoridades gerenciales de la empresa pública que suministra energía eléctrica en el país. “En tres años se redujeron cuatro puntos de pérdida. Cada punto representa 15 millones de dólares que UTE recupera para facturar”, agregaron.
Ese dinero se utilizó “para la reducción de tarifas. En estos años el aumento quedó por debajo de la inflación, debido a automatizaciones, eficiencias y por la recuperación de estos puntos de pérdida. Al incrementarse la facturación es posible distribuir mejor e invertir ese dinero en una mejora en las tarifas”.

El plan se instauró hace tres años, si bien “UTE tiene planes para reducir la pérdida desde los años 90, con más o menos intensidad”.
“Pero en estos tres años se hizo un proyecto específico para hacer las cosas de manera diferente, porque veíamos que con los planes que teníamos antes, las pérdidas no se reducían como pretendíamos. Claramente no estaban siendo efectivos”, explicaron.

El plan de recuperación de pérdidas tuvo tal impacto que “ni siquiera el consultor del Banco Mundial con el cual lo elaboramos pensaba que se iban a obtener estos resultados en pocos años. Estimaba eran necesarios siete años, pero lo logramos en tres”.

El plan de pérdidas incluye inspecciones en campo, uso de medidores inteligentes y el plan de regularización de los barrios por inclusión social. “Aumentamos los controles en determinadas zonas, lo que permite encontrar las irregularidades. También usamos brigadas de cercanía. Se trata de personal de servicio técnico, junto con un agente comercial. Más allá de detectar la irregularidad, tratan de que el cliente se regularice mediante contrato”.

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