(SUBRAYADO)
El fiscal de Delitos de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, informó que los restos hallados hace más de un mes en el batallón 14, en Canelones, corresponden a Luis Eduardo Arigón Castel. Los restos no tienen lesiones traumáticas que permitan establecer en concreto la causa de muerte; sin embargo, tienen fracturas provocadas por un objeto contundente. Es posible, explicó la antropóloga Alicia Lusiardo, que esos golpes hayan colaborado a la causa de muerte.
La Junta Médica indicó que si bien los restos presentaron varias fracturas, no se puede determinar que esas fueron las que causaron la muerte. Las pericias indican que la víctima se intentó defender de “impactos contundentes” a la altura de la cabeza.
La Institución de Derechos Humanos (Inddhh) pedirá más recursos para las búsquedas, anunció su director, Wilder Tayler. El batallón 14 fue utilizado como un “cementerio secreto de desaparecidos”, agregó Tayler. Y señaló: “Seguimos buscando, seguimos excavando con el objetivo de traer verdad”.
En 1986 la esposa Sara Barrocas de Arigon fue quien hizo la denuncia por la desaparición de Luis Eduardo Arigón. Hay cuatro procesados por el caso, dijo el fiscal Perciballe.
“No deja de sorprenderme la maldad, la cobardía con la que fueron tratadas estas personas. No hay otra manera de decirlo. Hacer lo que les hicieron a estas personas es vergonzoso”, expresó Sabrina Arigón, hija de Luis Eduardo. Agradeció el cuidado y el respeto con el tema, de las autoridades y de Familiares de Detenidos Desaparecidos. “Agradecer a todos los que siguen buscando, y que no se cansan, a pesar de que hay gente que cree que esto no existió. Que fue una mentira”, añadió.
La familia de la víctima fue informada sobre la identidad, antes de la conferencia de prensa.
“Este hallazgo evidencia un patrón de enterramiento. Certeza no, evidencia con la que se cuenta. Pero no podemos estar hablando de certezas. Sí el hallazgo de Sanjurjo y de Arigón da evidencia de las fechas de los enterramientos. Solo aporta un poco más pero no es nada determinante”, señaló Perciballe ante la pregunta de si se cumplía un patrón por parte de las instituciones.
El ministro de Defensa, Armando Castaingdebat, dijo: “Podemos dar fe de que todo lo que tenemos, lo hemos puesto. Y todo lo que Fiscalía ha pedido, lo hemos aportado. Seguimos con el compromiso de seguir encontrando lo que se pueda encontrar”.
“Desde que estamos en el ministerio hemos tenido oportunidad de dialogar con Familiares, varias veces. La mayor cantidad de información se sacó en los 15 años anteriores, nosotros a eso no tenemos acceso”, añadió. “La información la enviamos siempre a Fiscalía”, afirmó. “Todo lo que encontramos y nos piden, lo aportamos. No tenemos conocimiento de dónde puede haber más información”, expresó Castaingdebat.
Luis Eduardo Arigón Castel tenía 51 años cuando fue secuestrado por las Fuerzas Conjuntas en la madrugada del 14 de junio de 1977 en un allanamiento al apartamento donde vivía junto a su esposa y sus dos hijas en el barrio La Blanqueada. Arigón Castel nació en Montevideo el 18 de febrero de 1926. Trabajaba como empleado en una librería en la Galería del Notariado en la zona de Cordón. Como militante gremial y sindical integró la Federación Uruguaya de Empleados del Comercio e Industria (FUECI) y de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT). A nivel político, militó en el Partido Comunista del Uruguay (PCU) del que fue secretario político de la seccional sur y durante la clandestinidad secretario del regional Nº5. Previo a su secuestro, entre el 1º y el 4 de mayo de 1977, Arigón Castel fue detenido por la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII) en el marco de un operativo represivo tendiente al desmantelamiento de la agrupación del Partido Comunista que funcionaba en UTE y fue interrogado por su vinculación con Omar Tassino. Tras ser secuestrado, Arigón Castel fue conducido en una camioneta militar acompañado por cuatro soldados. Fue recluido en el establecimiento La Tablada, conocido como “Base Roberto”, donde funcionó el centro clandestino de detención del Órgano Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA). Arigón Castel fue visto por última vez el 15 de junio de 1977. Según el informe de la Comisión para la Paz de 2003 y el de las Fuerzas Armadas al presidente de la República de 2005, su muerte se produjo a raíz de las sistemáticas torturas recibidas desde su detención.
“TRANQUILIDAD Y TRISTEZA”
(EFE)
Sabina Arigón, hija del desaparecido Luis Eduardo Arigón Castel, expresó este martes, tranquilidad porque “es un ciclo que se cierra” y tristeza “por confirmar lo que ya se sospechaba”. Así lo señaló a la prensa tras la conferencia en la que se anunció la identificación de los restos.
“También me da como vergüenza, porque no puedo creer que los seres humanos, no me importa del pensamiento político que sean, hagan este tipo de cosas, porque matar a una persona y esconderla es de cobardes. Ni en las guerras se hace eso”, manifestó.
Sabina Arigón, junto a su hermana y su madre -que aún vive, con 94 años-, fue testigo del secuestro de su padre en su domicilio cuando ella tenía once años, en un operativo en el que participaron represores y soldados de las Fuerzas Conjuntas de la dictadura cívico-militar (1973-1985) que tuvo lugar en Uruguay.
Según contó, ella se dio cuenta sola de que nunca volvería, mucho antes que su madre, quien “lo esperó durante muchos años”.
“La segunda vez que lo detuvieron, volvió en un taxi y mi madre se asomó a la ventana y lo vio bajar del taxi (…) Y después (de su desaparición), durante años, cada vez que paraba un taxi, mi madre se asomaba a la ventana a ver si era él”, relató.
Tras su secuestro, cuando Arigón Castel tenía 51 años, su mujer buscó los datos de su paradero, pero las autoridades de la dictadura le decían que su marido podía estar de viaje y que no estaba preso porque no aparecía en los registros, “probablemente porque ya estaba muerto”. “Es vergonzoso, porque le mentían en la cara a una mujer que iba durante años a preguntar, y eso muestra una faceta del alma humana muy oscura”, lanzó.
Asimismo, quien aún no le contó a su madre sobre la identificación, dijo que le gustaría que lo hubiera sabido antes, ya que ahora es muy mayor, aunque, “tras una vida buscándolo, con los años hizo el duelo”.
EXTENSIÓN DE PRISIÓN PREVENTIVA PARA PENADÉS
(TELENOCHE)
La jueza María Noel Odriozola concedió la extensión de la medida cautelar para el exsenador Gustavo Penadés y Sebastián Mauvezin, que deberán continuar con la prisión preventivas hasta el 6 de febrero. La fiscal Alicia Ghione había pedido la extensión de la preventiva por entender que los imputados podrían entorpecer la investigación y poner en peligro la seguridad de las víctimas. Pese a que las defensas de los imputados había pedido la prisión domiciliaria, la Justicia otorgó la extensión de la preventiva hasta el 6 de febrero. El lunes, el exsenador Gustavo Penadés fue formalizado por los delitos de cohecho calificado y asociación para delinquir, en el marco de la investigación del caso conocido como “la Trama”. Estos dos nuevos delitos se suman a los 22 preexistentes.
Be the first to comment