Días atrás se llevó a cabo la esperada inauguración del Sendero del Bosque en el Bioparque M’Bopicuá de Montes del Plata, una iniciativa de relevancia ambiental y educativa que promete tener un impacto positivo en la preservación de la flora nativa del país.
Este evento formó parte de la iniciativa “IICA de Puertas Abiertas”, organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en conjunto con Montes del Plata, la Intendencia de Río Negro, la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC) y el Grupo Ecológico Naturista Sanducero (Gensa).
El Sendero del Bosque es una ambiciosa propuesta que busca revitalizar y revalorizar la flora nativa mediante la plantación de 100 árboles autóctonos. Los últimos 20 fueron plantados el día de la inauguración del sendero por parte de los presentes y de los alumnos de la Escuela Rural N°28 Puntas de Santa Fe.
Las especies seleccionadas incluyen el quebracho flojo, ubajai, guaviyú, palo de fierro, guayabo del país, arazá, tarumán, pitanga, chal chal e ibirapitá, entre otras. Estos árboles, muchas veces poco valorados por la población, son de gran importancia para el ecosistema uruguayo y representan un esfuerzo por recuperar las áreas degradadas por la deforestación y la intervención humana.
El programa se desarrolló en un ambiente de entusiasmo y colaboración, con la participación activa de la comunidad local, autoridades departamentales, estudiantes y representantes de diversas instituciones. La jornada comenzó con las palabras de bienvenida de Marina Flores, manager de Sostenibilidad de Montes del Plata, quien agradeció la presencia de los participantes y subrayó la importancia de la iniciativa. “Estamos inaugurando el Sendero del Bosque, un espacio que no solo busca fomentar la plantación de árboles nativos, sino también la conciencia sobre el valor de nuestra biodiversidad”, señaló Flores.
“Hoy, con la plantación de 100 árboles nativos frutales, queremos que los visitantes del Bioparque no solo aprecien nuestra fauna, sino también nuestra flora. Los árboles, como el ibirapitá, la pitanga o el guaviyú, representan mucho más que una reforestación; son un esfuerzo para conservar lo que tenemos y educar a las futuras generaciones sobre la importancia de la biodiversidad”, agregó.
A su vez, se destacaron dos proyectos complementarios al Sendero del Bosque: el Jardín de Mariposas y el Hotel de Insectos, también inaugurados este lunes (el contiguo Centro de Visitantes ya funciona desde el año pasado). Estos espacios buscan sensibilizar a los invitados sobre la importancia de los insectos y otros invertebrados en el equilibrio de los ecosistemas.
“A uno cuando recorre el parque seguramente le va a gustar más ver un jaguar, un puma o un oso hormiguero, pero los insectos juegan un rol fundamental en la biodiversidad”, explicó Flores, resaltando la importancia de estos pequeños seres para la salud ambiental.
Un compromiso con la educación ambiental
El Bioparque M’Bopicuá, de unas 150 hectáreas sobre el río Uruguay y en el departamento de Río Negro, representa todo un ejemplo de conservación de fauna y flora en Uruguay. Abierto a instituciones educativas entre marzo y setiembre (una sola vez al año se habilita a todo público), nació hace más de 25 años de la mano del experto naturalista Juan Villalba, actual coordinador y director del parque. Desde entonces, el bioparque ha crecido significativamente desde sus humildes comienzos, cuando contaba con apenas unas pocas especies de animales y plantas.
Villalba, quien ha dedicado más de cinco décadas a la conservación de la naturaleza, recordó con emoción los primeros años del proyecto, cuando junto a su esposa recorrían los terrenos del bioparque, cubiertos de vegetación, soñando con lo que algún día sería un lugar de referencia en la conservación ambiental. “En esos primeros días, mientras marcaba los lugares donde desarrollaríamos nuestras ideas, mi esposa dudaba si lograríamos concretar todo aquello que soñábamos. Hoy, al ver el bioparque, puedo decir con orgullo que esos sueños se han convertido en realidad”, afirmó Villalba.
También destacó el valor didáctico del Jardín de Mariposas y el Hotel de Insectos, señalando que son iniciativas que intentan atraer la atención sobre un mundo que, aunque menos visible que el de los grandes mamíferos, es crucial para la vida en el planeta. “El mundo de los invertebrados es fascinante y desconocido para la mayoría de las personas. Queremos que los niños que nos visiten aprendan a valorar también a estos seres”, comentó Villalba.
El Grupo Ecológico Naturista Sanducero (Gensa), representado por Pablo Silchenko, también tuvo un papel clave en la organización y desarrollo del evento. Silchenko, un ferviente defensor de los árboles nativos, destacó su potencial: “Estos árboles son el futuro. Tal vez yo no vea sus frutos, pero ustedes, los más jóvenes, sí lo harán. Y no solo los disfrutarán, sino que también aprenderán a valorar el papel fundamental que juegan en la preservación de nuestros montes”.
Al mismo tiempo hizo hincapié en la necesidad de un cambio de mentalidad en la sociedad, no sólo en lo que respecta a la protección del medio ambiente, sino también en la ética y los valores humanos. “La peor degradación no es la del suelo o la de los montes, sino la degradación moral y ética del ser humano. Debemos comportarnos con respeto, no solo entre nosotros, sino también hacia la naturaleza”, subrayó.
“Ustedes (dirigiéndose a los escolares que escuchaban atentamente) van a ser los responsables de cuidar estos árboles y, en un futuro, podrán decir que participaron en su plantación. Esto no es solo un proyecto de hoy; es un legado para las generaciones que vienen”, concluyó.
La colaboración interinstitucional
Uno de los aspectos más destacados del evento resultó ser la estrecha colaboración entre las distintas instituciones involucradas. Carolina Moreira, gerente senior de Sostenibilidad y Comunicaciones de Montes del Plata, resaltó la importancia de esta sinergia en su discurso. “Este trabajo colaborativo es fundamental para lograr un impacto real. No se trata solo de plantar árboles, sino de generar conciencia y de trabajar en conjunto para dejar el mundo un poco mejor de lo que lo encontramos”, aseveró.
Moreira recordó los comienzos del proyecto, cuando Martín Abreu, especialista en aves marinas y costeras, quien no pudo estar presente por motivos familiares, hizo la primera llamada para proponer la idea de la plantación en el Bioparque M’Bopicuá. A partir de allí, diversas instituciones se han sumado a la movida, como la UTEC, que colaboró con el concepto del “bosque comestible”, y la Intendencia Departamental de Río Negro, cuyo apoyo fue fundamental para desarrollar el evento. Rodrigo Saldías, representante del IICA en Uruguay, también destacó la importancia del trabajo en equipo. “El IICA tiene como objetivo crear cooperación y generar iniciativas que dejen un legado. Plantar 100 árboles es una acción tangible que refleja nuestro compromiso con la acción climática y la educación ambiental”, dijo. Además, mencionó que esta era la segunda vez que se realizaba una plantación de árboles en el marco del programa “Puertas Abiertas”; la primera se realizó en el Castillo Pittamiglio, en Maldonado, el año pasado.
Saldías también se dirigió a los estudiantes presentes, instándolos a aprovechar la oportunidad de aprender y de involucrarse en la protección del medio ambiente: “El trabajo que hacemos a veces es difícil de ver, pero acciones como esta, que son claras y tangibles, son las que verdaderamente importan. Ustedes tienen en sus manos la posibilidad de hacer una diferencia”.
La intendenta de Río Negro, Griselda Crevoisier, también tuvo palabras de agradecimiento para todos los involucrados en la iniciativa. “Es un orgullo para nuestro departamento contar con un espacio tan maravilloso como el Bioparque M’Bopicuá. Este lugar no solo es un refugio para la fauna y la flora nativas, sino también un ejemplo de lo que podemos lograr cuando trabajamos juntos”, aseguró. A pocos pasos de distancia, lo escuchaba su antecesor, Omar Lafluf.
El evento culminó con la plantación de 20 árboles nativos –para completar los 100 previstos– por parte de los participantes, quienes, entre risas y bromas, se dispusieron a poner manos a la obra. Los niños de la escuela rural Puntas de Santa Fe participaron activamente en la plantación, demostrando su compromiso con la causa ambiental. → Leer más