Murió Gustavo Gutiérrez, sacerdote peruano y “padre” de la teología de la liberación

Gustavo Gutiérrez, el influyente sacerdote peruano conocido como “el padre de la teología de la liberación” y aclamado como un “profeta de los pobres”, falleció en Lima a la edad de 96 años.
Gutiérrez, teólogo y fraile dominico, fue un célebre –y a veces controvertido– defensor de la idea de que la iglesia necesitaba ponerse del lado de los pobres y luchar para mejorar su suerte.

La teología de la liberación, que surgió en la turbulenta América Latina de las décadas de 1960 y 1970, sostenía que la Iglesia tenía el deber de impulsar cambios políticos y estructurales fundamentales que pusieran fin a la pobreza.

“Sólo una auténtica solidaridad con los pobres y una protesta actual contra la pobreza de nuestro tiempo pueden proporcionar el contexto concreto y necesario para una discusión teológica sobre la pobreza”, escribió Gutiérrez en su histórico libro de 1971 “Una teología de la liberación”. Pero el movimiento también llevó a algunos en la iglesia a ir mucho más allá de sus roles pastorales tradicionales.

Sacerdotes inspirados por la teología de la liberación participaron activamente en la revolución sandinista de 1979 contra la dictadura de derecha de Anastasio Somoza en Nicaragua. La filosofía también influyó en los rebeldes de izquierda en México y Colombia, donde una de las principales facciones guerrilleras estuvo dirigida durante casi 30 años por un sacerdote español expulsado, Manuel Pérez.

La muerte de Gutiérrez fue anunciada por la Provincia Dominicana de San Juan Bautista del Perú, que informó en un comunicado que “nuestro amado hermano fue a la casa de Nuestro Padre” el martes, agregando que el cuerpo del sacerdote sería depositado en el convento de Santo Domingo en Lima.

El Instituto Bartolomé de las Casas, fundado por Gutiérrez en 1974, rindió homenaje a su fundador diciendo: “Sus escritos y su trabajo en favor de los pobres y los más olvidados de la sociedad seguirán iluminando el camino de la iglesia en su búsqueda de un mundo más justo. y un mundo más fraterno”.
En una publicación en X, Austen Ivereigh, periodista católico y biógrafo del Papa Francisco, escribió: “QEPD P. Gustavo Gutiérrez, sacerdote peruano de barrios marginales y más tarde fraile dominico, profeta de los pobres, cuya Teología de la Liberación en 1971 reformuló la teología contemporánea”.

Trabajo polémico

Aunque el trabajo de Gutiérrez ha sido descrito como “un enfoque pionero y profético que ubicó a los explotados y los económicamente oprimidos en el centro de un programa para redimir al pueblo de Dios de la esclavitud”, no fue universalmente admirado por sus compañeros sacerdotes.
Sus conclusiones –entre ellas su afirmación de que la teología de la época podía aprender de una “confrontación directa y fructífera con el marxismo”– no granjearon a su autor el cariño de algunos en Roma.

Si bien el Vaticano nunca condenó ni a Gutiérrez ni a sus obras, hubo rumores de que estaba siendo investigado por el jefe de doctrina y disciplina del Papa Juan Pablo II, un cardenal alemán llamado Joseph Ratzinger que sería elegido Papa Benedicto en 2005. Sin embargo, estas diferencias fueron olvidadas por el sucesor de Benedicto, Francisco. Aunque Francisco –conocido entonces como Jorge Mario Bergoglio– se había opuesto a la teología de la liberación duramte su periodo como jefe de los jesuitas en Argentina en la década de 1970, Gutiérrez fue recibido como un orador clave en un evento del Vaticano en 2015.

Y, en un saludo de cumpleaños a Gutiérrez en 2018, Francisco dijo que agradecía a Dios por el “servicio teológico y… el amor preferencial por los pobres y descartados de la sociedad” del sacerdote peruano.
El Papa añadió: “Gracias por vuestro esfuerzo y por vuestra manera de desafiar la conciencia de cada persona, para que nadie quede indiferente ante el drama de la pobreza y la exclusión”.