Un fuego las ventas de “Los Tapiales”: 100% con toros promediando U$S 4.150

No hay dudas que las preofertas son una gran herramienta, pero cuando todos los toros y todos los vientres ya lo están, también brinda tranquilidad a cabañeros y escritorios rematadores. Eso sucedió ayer en Don Alberto, la estancia del departamento de Río Negro, en donde “Los Tapiales” de Monique y Nicole Gramont, despachó el 100% de la oferta, y con muy buenos valores en general, en subasta a cargo de Indarte y Cía., y Coco Morales. Eso llevó a que la previa fuera de gran tranquilidad, con clientes y amigos mirando la oferta en las mangas, y durante el almuerzo, prestando mucha atención al ingeniero agrónomo Nicolás Lusich, integrante del equipo de Subrayado, quien brindó una charla sobre los desafíos para la economía uruguaya. Tras eso, las ventas. Primero como ya es tradicional, “Los Tapiales” ofreció el 50% de una ternera o ternero a elección, que tras varios piques, se vendió en U$S 8.640, llevando su precio final a U$S 17.280, siendo adquirida por San Gregorio Ganadera y El Retazo. Inmediatamente ingresaron a pista otras tres terneras, eligiendo el comprador la RP 368, por la cual se pagó U$S 4.800. Posteriormente se vendieron 6 vaquillonas PI, entre 2.880 y 1.920, promedio U$S 2.180; las 72 vaquillonas SA preñadas entre 1.344 y 1.224, promedio U$S 1.287 y un lote de 22 vaquillonas SA entoradas U$S 1.272. El comienzo de los toros fue con el plantelero Leónidas, del cual se ofreció el 50%. Fue adquirido por Don Horacio, Juan José Falero y Reproducción del Norte, pagando U$S 8.040, llevando su precio final a U$S 16.080.
Y la torada de pedigrí mantuvo el interés que se apreció en el plantelero. Se vendieron 20 ejemplares entre 6.240 (lo compró Quebrada del Sapucia de Brasil), y 3.240, promediando U$S 3.840; en tanto los 14 SA se vendieron entre 3.960 y 3.420, promedio U$S 3.620. En total, fueron 35 toros que promediaron U$S 4.150.

EN UNA HORA

“Fue un remate muy ágil, ya que en una hora se dispersó la oferta”, dijo Alejandro Elhordoy, “lo que nos dejó muy contentos, porque nos acompañaron clientes y amigos, y la torada se fue dispersada para todo el país, que es lo importante”.
Aseguró que “hubo muchos clientes recurrentes”, al tiempo de significar que “se apreció puja por todos los lotes, lo que acompaña mucho al entorno y la movida del remate”.
Por su parte, el ingeniero agrónomo Fernando Indarte Gianoni manifestó que “hacemos una excelente evaluación; es un remate que nos deja muy contentos”, destacando que los toros y los vientres “cada año se presentan mejor, lo cual habla muy bien del trabajo de los cabañeros”. Explicó que la mayoría de los toros “arrancaban en 210 o 220 dólares la cuota, y terminaban vendiéndose por arriba de los 300, en torno a 320 y 350 dólares la cuota por 12. Teníamos a cinco personas presentes en la estancia picando a la vez, que es lo que nos gusta a nosotros, que más allá de la agilidad y los precios que fueron fabulosos, de unos 500 dólares por encima del año pasado, nos gusta la puja y que se dispersen a todo el país”.
Y dejó muy en claro que parte del éxito es que “antes de empezar el remate ya estaban vendidos todos los toros y los vientres, por lo que el mercado valoró la oferta y pagó más dólares y se vendió todo”.