La historia es conocida, aunque me temo que ha caído en un cono de oscuridad cuando perdió su magia. El arca de Noé es un fragmento de la Biblia, un relato que cuenta la construcción de la embarcación por parte de Noé a mandato del Di-s de Israel, para salvar a todos aquellos que hubieran tomado nota y reaccionado preventivamente frente al alerta de un diluvio universal. Luego de salvar sus vidas, tendrían una tarea titánica: repoblar la tierra con su descendencia.
Se desconoce quién fue el humano redactor de este capítulo del Génesis. Para el cristianismo, la Biblia es la palabra de Dios, por tanto, infalible e inspirada. De modo resumido, se trata de un relato, el del Arca de Noé, sobre una gran lluvia, un diluvio, algo que con el cambio climático no parece ni tan ilógico como inspirador. Después de sobrevivir al diluvio, debería promover la repoblación. Algo así como un recorte para volver a empezar de cero, superando la adversidad.
El ARCA de Milei
Lo cierto es que son frecuentes las invocaciones de Javier Milei a calificar sus acciones de gobierno como la “mayor de la historia”, la “mejor desde que hay estadísticas” o cuestiones similares. Tantas grandilocuencias juntas nunca resultan ciertas, pero ¿quién va a discutir una exageración de un presidente, a todas luces falta de verosimilitud? Nadie en su sano juicio gastaría tiempo en ello.
Con la promulgación del Decreto 953/2024 el gobierno de Javier Milei procedió a la disolución de la AFIP, la Administración Federal de Ingresos Públicos y creó la Agencia de Recaudación y Control Aduanero, ARCA, como un nuevo ente autárquico bajo la órbita del Ministerio de Economía.
Con esta decisión, da otro paso en el proceso de reestructuración del estado argentino, teniendo como norte la optimización de la gestión de los ingresos públicos, así como a dar respuesta más efectiva a las demandas y aspiraciones de la ciudadanía.
El decreto referido fundamenta la decisión en que la AFIP tuvo, durante un largo pasado, un papel destacado en la gestión tributaria y aduanera, pero con el paso del tiempo fue descuidada, sobredimensionada hasta debilitarse y caer en el incumplimiento de sus objetivos fundacionales. Así, viendo afectada su funcionalidad y prestigio, una condición fundamental para una agencia de recaudación tributaria, el gobierno optó por un camino algo radical, a lo que suele presentar como signo de autoridad y decisión política.
Ahora, con la creación de ARCA, la administración aspira a devolver a la gestión de recaudación y control una estructura más simplificada y especializada, más orientada a la calidad de los servicios al contribuyente. Y hacerlo en el más breve plazo posible. Que es otra “seña de identidad”, cierta urgencia en los plazos, aún a costa de repetir errores significativos.
Florencia Lucila Misrahi seguirá como responsable principal de la oficina tributaria. Antes AFIP, hoy como directora ejecutiva de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero, ARCA. El equipo de alta dirección lo completan Andrés Edgardo Vázquez como director general de la Dirección General Impositiva de ARCA, y José Andrés Velis como director general de la Dirección General de Aduanas de la misma agencia. Estos nombramientos fueron incluidos en el Decreto 954/2024.
Desde el gobierno argentino, se insiste en el propósito de que la creación de ARCA facilitará la puesta en marcha de una administración más efectiva en la gestión de los recursos del estado, así como una mejor fiscalización del sistema impositivo y aduanero, de modo de contribuir a forjar una institución calificada éticamente, de respuesta ágil, algo que hace mucho es un reclamo de los contribuyentes.
Milei ha renovado la confianza en Florencia Lucila Misrahi, a quien le ha encomendado la definición de una propuesta normativa y organizativa, la que deberá ser validada por el gobierno en un plazo de 60 días hábiles a partir de la vigencia del decreto. Adicionalmente, se le asignaron a la Dirección General Impositiva de ARCA las competencias en materia de recursos de la seguridad social.
Así se baila el tango…
El tango canta que “no esperes nunca una ayuda, /ni una mano ni un favor” y seguramente sea lo que inspiró a Milei a impulsar una resolución de gobierno para asegurar la impunidad de las evasores que ahora quieren, en un nuevo intento que todo gobierno argentino ensaya por lo menos una o dos veces por período, asegurarse la efectividad del blanqueo, que éste sea realmente una renuncia a la capacidad punitiva de la administración tributaria, y de la justicia penal.
Hay quienes opinan que aún con condiciones alentadoras, si la gente pensara en que el estado “no le va a manotear los dólares” posiblemente hubiera accedido a depositarlos más decididamente. Dentro del escenario complejo que se instala, hay quienes advierten que en el marco del régimen especial de ingreso de bienes personales no habrán de pagar nada más en el futuro. Incluso, quien ahora tiene dinero bajo el colchón y no tiene destino para ese ahorro, puede “blanquear a costo cero, sin generar obligaciones para el año próximo”.
SANSEACABÓ
Este viernes, el presidente Milei anunció un beneficio adicional y terminante: su gobierno está trabajando en una innovación legislativa mediante la cual se eliminarán los nombres personales de las bases de datos de quienes se beneficiaron de este blanqueo de capitales. Milei fue categórico: “eliminar los registros fiscales para evitar futuros impuestos”.
Y para que quede claro (o ese sería el objetivo, aunque es una descalificación del sistema legal, de la administración tributaria… una renuncia de funciones elementales de los roles esenciales del estado), Milei respondió a un periodista desde su cuenta de X que “después de que hayan blanqueado 280.000 personas, el Gobierno analiza modificar la legislación para borrar las bases de datos de los que blanquearon. Es decir, eliminar los registros fiscales para evitar futuros impuestos”.
Ah! Para que se entere y para que se sepa, en la misma respuesta reposteó a su ministro, Luis Caputo, para que se notifique.
La ARCA, es decir, la ex AFIP, es la balsa tributaria que Milei ha ordenado construir para “eliminar regulaciones” (¡qué sutil!), y dejar al estado y al poder judicial sin memoria, sin antecedentes, para que los desmemoriados puedan decir, libres de responsabilidades, “estamos regularizados”.
Tan afecto a las invocaciones milenarias, sabemos ahora que Di-s y Milei son los únicos que ordenaron construir su ARCA, por motivos diferentes, pero en ambos casos fue para repoblar, uno la tierra y otro la Argentina.
Después de todo, todavía hay gente que busca restos del arca…de Di-s. Y quizás en unos años más, habrá quienes busquen los restos del ARCA de Milei, una tarea recomendada sólo para cazar evasores o simplemente ponerles en evidencia en los libros de historia. → Leer más