
Prevención del dengue: ¿Cómo protegernos de esta enfermedad transmitida por mosquitos?
El dengue es una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti, común en zonas tropicales y subtropicales. Este mosquito, que también puede transmitir otras enfermedades como zika y chikungunya, es el responsable de millones de casos de dengue en todo el mundo cada año. Es fundamental que toda la población esté informada y tome medidas para prevenir su propagación, ya que esta enfermedad puede tener consecuencias graves y en algunos casos ser mortal.
¿Qué es, cuáles son sus síntomas y cómo se transmite?
El dengue es una infección viral que causa síntomas como fiebre alta, dolor muscular, dolor de cabeza intenso, dolor detrás de los ojos, náuseas, erupciones cutáneas o sangrado, entre otros.
La transmisión del dengue ocurre cuando una persona es picada por un mosquito Aedes aegypti infectado. Este mosquito adquiere el virus al picar a alguien con dengue y luego lo trasmite a otras personas al seguir picándolas. El mosquito Aedes aegypti es especialmente activo durante las primeras horas de la mañana y las últimas horas de la tarde. Tiene un ciclo de vida corto, pero se reproduce rápidamente.
Importancia de la prevención
Dado que no existe una cura específica para el dengue, la mejor estrategia es la prevención. Aunque hay vacunas en desarrollo, estas todavía no están ampliamente disponibles ni son efectivas en todos los casos. La prevención del dengue depende en gran medida de evitar las picaduras de mosquitos y de reducir los lugares donde estos insectos pueden reproducirse.
Para reducir el riesgo de contagio y proteger a tu familia y a tu comunidad, es importante seguir estas recomendaciones como medidas preventivas:
1- Eliminar los criaderos de mosquitos. Una de las maneras más efectivas de prevenir el dengue es evitar que los mosquitos tengan lugares donde reproducirse. Los criaderos de mosquitos suelen ser depósitos de agua estancada, donde las hembras ponen sus huevos. Para eliminarlos hay que vaciar, limpiar y tapar cualquier recipiente que pueda acumular agua, como: cubetas, botellas, baldes y neumáticos. Cambiar el agua de los floreros, bebederos de animales y macetas todos los días. Mantener los recipientes que no se usan boca abajo para evitar que se llenen con agua de lluvia. Limpiar las canaletas y desagües para evitar que el agua se acumule. Desechar o reciclar objetos que ya no se usan y que puedan acumular agua.
2. Utilizar repelentes de insectos. Aplicarse repelentes de insectos sobre la piel y la ropa ayuda a protegerse de las picaduras de mosquitos. Estos productos deben contener ingredientes como DEET, icaridina o aceite de eucalipto limón, los cuales son efectivos para repeler a los mosquitos. Asegúrate de seguir las instrucciones de uso en el empaque y reaplicarlos según sea necesario, especialmente si ha estado sudando o después de nadar.
3. Usar ropa que cubra la mayor parte del cuerpo. Si vive o viaja a una zona con alta incidencia de dengue, procure usar ropa que cubra la mayor parte del cuerpo, especialmente durante las horas de mayor actividad de los mosquitos. Opte por camisetas de manga larga, pantalones largos y calcetines. De ser posible, use ropa de colores claros, ya que los colores oscuros suelen atraer más a los mosquitos.
4. Colocar mosquiteros en ventanas y puertas. Los mosquiteros o mallas en ventanas y puertas son una excelente barrera para evitar que los mosquitos entren a la casa. En las zonas donde la incidencia de dengue es alta, también es útil dormir bajo un mosquitero, especialmente si en casa hay niños pequeños o personas de la tercera edad, quienes son más vulnerables.
5. Usar insecticidas con precaución. En situaciones de alto riesgo, se pueden utilizar insecticidas específicos para reducir la población de mosquitos en el hogar. Es importante aplicarlos siguiendo las instrucciones del fabricante y evitar el contacto directo con alimentos, personas u otros animales.
Dra. María Fernanda Sánchez, presidenta CRN CMU → Leer más