En la víspera falleció el niño de 10 años que fue rociado con alcohol y prendido fuego por su madre, trágico hecho ocurrido en un predio rural del Instituto de Colonización cercano a colonia César Mayo Gutiérrez y colonia El Ombú, a unos 30 kilómetros al sur de Young por ruta 3. El pequeño fue desconectado en el Hospital Pereira Rossell, ya que “no había nada más para hacer”, informó la abogada de su padre, Jacqueline Portela.
Horas antes de constatarse su muerte, la profesional recibió un audio del padre que se encontraba en el centro asistencial en que le dijo que al niño –que sufrió graves quemaduras en el 80% de su cuerpo– “solo le quedaba funcionando el corazón”.
Tal como se informara el Jefe de Policía de Río Negro, Jhonny Trías, el pequeño llegó a escapar de su casa, donde luego fue encontrada su madre calcinada, y correr a pedir ayuda a un vecino. “La versión primaria del niño es clara. Él llegó quemado hacia la casa de un vecino que está a unos 50 metros de distancia de su casa. Allí le manifestó que su mamá se había quemado y lo había intentado quemar con ella, utilizando un medio de combustible que es el alcohol y algún elemento más para mantenerlo junto a ella”, precisó en su momento.
De inmediato apareció otro vecino que realizó el primer trasladado urgente del menor hacia el Hospital de Young, mientras que al arribo de bomberos se encontró a la madre del menor calcinada dentro de una de las habitaciones de la casa.
Lo manifestado por el menor, que estuvo más de una semana en coma inducido con algunos órganos comprometidos, luego fue corroborada por Policía Científica con base en elementos encontrados en la casa. “Es muy contundente la versión del chiquilín”, expresó el jefe de Policía de Río Negro. Al momento, en tanto, no ha trascendido qué motivó a la mujer a actuar de esa manera.
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